El Gobierno, de momento, se resiste a la posibilidad de un segundo confinamiento por el coronavirus, como el de marzo, y pide paciencia. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha indicado que "veremos los resultados a los 10 o 14 días" ya que "no podemos pretender tomar decisiones sin ver resultados".
Un confinamiento que el Partido Popular apoyaría si el virus se descontrola en algunas comunidades autónomas. "Si una Comunidad Autónoma en base a sus estadísticas o si el Gobierno, nos fiáramos de su criterio, considera que el virus está absolutamente descontrolado en un área y hay que confinarla, nosotros, como hicimos en la primera oleada, apoyaríamos eso", ha indicado Pablo Casado.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha agradecido el apoyo a Pablo Casado diciendo que "siempre va a estar bien recibido cualquier giro del Partido Popular a la moderación de la que se han apartado".
Mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sigue negando la posibilidad de un confinamiento "no queremos ni cerrar la actividad ni confinar a la gente". Ayuso anunciará otro confinamiento perimetral desde el 6 al 9 de noviembre para evitar desplazamientos fuera de la comunidad durante el puente del día de la Almudena.
En Andalucía, el presidente Juanma Moreno ha asegurado que "si no evolucionan bien los datos, habrá que limitar la movilidad" y ha anunciado la posibilidad de adelantar el toque de queda de las 11 de la noche a las 3 de la tarde, lo que daría lugar a que muchos sectores se verían afectados ante el cierre de establecimientos tan temprano.
Moreno asegura que "en caso de que finalmente sea necesario hacerlo, intentaremos preservar todo lo que podamos la franja de mayor producción en la economía, que normalmente tiene lugar desde primera hora de la mañana hasta las 15:00". Analizarán la evolución del coronavirus este domingo, día en el que tomarán una decisión.
Comunidades como Asturias, País Vasco o las ciudades autonómicas de Ceuta y Melilla ya han solicitado al Gobierno un confinamiento domiciliario ante la segunda ola por el coronavirus.