El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, ha afirmado que el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra no hizo "ninguna gestión" para que intercediera o favoreciera a la empresa Naranjax, y ha agregado que "tampoco habría sido nada raro". Así se ha manifestado González Pons en su declaración como testigo en el juicio que se sigue contra Carlos Fabra por tráfico de influencias, cohecho y delitos contra la Hacienda pública en la Audiencia de Castellón.
El entonces senador y actual diputado por Valencia, que ha declarado por videoconferencia desde el Congreso de los Diputados, ha sido preguntado por la tramitación de la Ley de Sanidad Vegetal en el año 2000, ya que la empresa Naranjax fabricaba productos fitosanitarios, y ha afirmado que era una ley "irrelevante". González Pons ha dicho no recordar si acudió a alguna reunión en un restaurante en Madrid en la que Aefisa, la patronal de los fitosanitarios, se reunió con miembros del PP para tratar de que se incluyeran enmiendas a esta ley.
El diputado ha asegurado que ha estado en "muchas" cenas con representantes políticos pero no recuerda "ninguna en la que hubiera alguien que no tuviera que ver con la política o que tuviera que ver con productos fitosanitarios". Al ser preguntado sobre si Carlos Fabra se dirigió a él pidiéndole algún apoyo con respecto a la tramitación de la Ley de Sanidad Vegetal, González Pons ha dicho que "no" y ha añadido sobre Fabra: "Era una persona muy importante en el PP y no necesitaba dirigirse a mí, porque podía hablar directamente con los ministerios".
Carlos Fabra, ha agregado el dirigente popular, "tenía acceso directo a los ministros que eran en última instancia los que decidían sobre las enmiendas". Asimismo, ha dicho que "tampoco habría sido nada raro" que Fabra se hubiera interesado por algún producto porque "cada vez que se tramita una ley, presidentes provinciales o autonómicos, empresarios o particulares hacen sus gestiones para intentar intervenir en favor de las empresas de sus regiones", aunque "no lo hizo" ante él.
González Pons ha afirmado que recibían cada día "cientos de peticiones de particulares, asociaciones y dirigentes para presentar enmiendas en las tramitaciones" de las leyes, ya que el Senado era la última instancia en la que se podían incluir.
