Puigdemont en una imagen de archivo

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Bruselas

La Guardia Civil encuentra evidencias de unas facturas falsas para desviar fondos a Waterloo

En el informe detallado de la Guardia Civil se ve un desvío de fondos del supuesto mantenimiento de 5 ordenadores y otros servicios informáticos por un valor de 10.559 euros.

La Guardia Civil ha concluido que una factura falsa giraba por la plataforma ProSeleccions Esportives Catalanes a través del informático Jaume Cabaní en Waterloo, en Bruselas, se aprovechó supuestamente para desviar fondos públicos, mediante criptomonedas, al expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.

En un informe de la Guardia Civil y remitido al juez que investiga el caso Voloh confirman el engaño de una factura de 10.559 euros que Cabaní giró a la entidad que promociona la internacionalidad del deporte catalán, al margen de España, en agosto de hace tres años, por el mantenimiento de 5 ordenadores portátiles y otros servicios informáticos, según fuentes consultadas por EFE.

El juez que investiga el caso, Joaquín Aguirre, atribuye a Cabaní un papel clave en el desvío de fondos públicos a Puigdemont mediante criptomonedas y en la creación de una "república digital" para eludir los controles del Estado, por lo que ha expedido una orden europea contra el informático, quien a principios de 2018 se habría trasladado a Bélgica.

Entre el 4 y 5 de noviembre la Guardia Civil tomó la declaración como testigos a trabajadores de la Plataforma Pro Selecciones Catalanas en relación con la factura, intervenida en los registros donde se les preguntó por la supuesto factura emitida por Cabaní.

En la factura investigada se encontraban diferentes conceptos de "servicios de mantenimiento" donde se encontraban un "terminal fijo", de la "red interna", de un "servidor" y de cinco ordenadores portátiles.

Entre las declaraciones estaba la de un testigo que indicó que los ordenadores que utilizaban era antiguos y que no tenían contratado ningún servicio de mantenimiento. Mientras que otro trabajador de plataforma ProSelecciones señaló también que los ordenadores de la sede de la entidad eran "muy viejos", que no se invertían "grandes recursos en material informático, ya que la actividad propia no lo requería", y que incluso, en ocasiones, los empleados utilizaban los suyos particulares.