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CONTROLÓ LA SITUACIÓN

La Infanta demuestra "cercanía y credibilidad", según los expertos en comunicación

Diferentes profesionales de la comunicación no verbal coinciden en que la Infanta Cristina controló la situación en los Juzgados dando una imagen de "sinceridad".

A su llegada a los Juzgados, la Infanta Cristina se baja del coche sonriendo. Y ocho horas después sale con la misma sonrisa. El semblante no ha variado tras la declaración ante el juez.

Otro detalle es que antes de entrar saluda a funcionarias, policia y medios de comunicación. Y cuando va a salir estrecha la mano a los miembros de seguridad y se despiste de los periodistas.

Incluso su recorrido es exactamente igual porque aunque no baja a pie la rampa, la Infanta Cristina tiene que caminar unos metros desde su coche hasta la puerta del edificio: 11 pasos.

"La Infanta controla situación, Urdangarín no", señala un consultor de comunicación

Establece un contacto visual con el entorno que denota control absoluto sobre el escenario y su sonrisa demuestra sencillez y proximidad para proyectar una sensación de credibilidad", comenta José Hermida, consultor de comunicación.

Su apariencia física también llama la atención. Su vestuario fue sobrio, el rostro sin maquillar y su peinado sencillo. "La camisa blanca indica cercanía, sinceridad. Un traje de corte muy sencillo, oscuro. Da cercanía y sencillez para restar importancia", señala María Ruiz del Árbol, consultora de comunicación.

La imagen de la Infanta es diferente a la de su marido en los Juzgados. Su gesto era serio en la primera declaración ante el juez Castro. "Son dos comportamientos distintos. Ella se balancea al caminar demostrando una expresión desenfadada. Ella controla situación, él no", indica Hermida.

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