La influencia de la situación en Cataluña benefició a Vox, según el CIS

El barómetro del CIS se llevó a cabo entre el 28 de octubre y el 9 de noviembre, es decir, después de la sentencia del 'procés', el 14 de octubre, y de los disturbios en las calles, coincidiendo con la campaña electoral del 10 de noviembre. En consecuencia parece lógico que casi la mitad respondiera que la situación en Cataluña condicionaría su voto al día siguiente de terminar el trabajo de campo, las entrevistas de la encuesta.

Pero, ¿cómo influyó? Pues dice el CIS que hizo cambiar de voto al 3,3 %. Y ¿quién fue el más beneficiado? Pues Vox. De ese algo más del 3 % que cambió su papeleta, el 11,2 % de los que pensaban votar al PP y el 10,4 % de los que pensaban votar al PSOE se fueron con Abascal. También, de Cs se fueron a Vox el 4,3 %.

Votantes iniciales del PSOE se pasaron a Unidas Podemos el 9,3 %. Y a Ciudadanos el 6,4 %. A Más País -Errejón- el 5,8 %.

De los que pensaban votar al PP, el 6,1 % se fue al PSOE. Y a Cs el 5,8 %.

También radicalizó el voto en la misma Cataluña. De ERC se pasó a la CUP el 3,2 % de los que pensaban votar a los de Oriol Junqueras. Y abandonaron a En Comú Podem también por la CUP el 2,4 %.

A pesar de detectar la influencia de Cataluña en las elecciones y del cambio de voto, las estimaciones del CIS se quedaron bastante lejos de lo sucedido el 10-N. Según esos datos, el PSOE se quedó con el 22,9 % en intención directa, tres puntos más que en la macroencuesta preelectoral que se difundió aquellos mismos días previos a los comicios y que le daba un máximo de 150 escaños, 30 más de los que realmente obtuvo. Por contra, el PP tendría, según este barómetro, el 11,6 % en intención de voto, cuando en las elecciones obtuvo el 20,82 % de los sufragios reales. Fenómeno similar al que ocurre con Vox, tercer partido de ámbito nacional que, según la encuesta, tenía la mitad de porcentaje de voto de lo que en realidad logró el 10-N: del 7,3 % del CIS al 15,09 % de los comicios.