Íñigo Errejón es un madrileño de 1983, que ha vivido la política desde pequeño: sus padres son activos militantes de izquierda. Su padre, funcionario y alto cargo de la Administración le inició en las ideas marxistas y ecologistas. Su tesis se la dedica a él: "A mi padre, que me ha enseñado a pensar y a combatir". También perteneció a los scout.
Estudió Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, como muchos de los fundadores y dirigentes del Podemos inicial. Sus estudios de doctorado sobre el movimiento boliviano de Evo Morales los hace influido por el argentino Ernesto Laclau, un posmarxista y populista de izquierdas que teorizó sobre los "significantes vacíos". Visita y trabaja con los grupos de la nueva izquierda y el peronismo en Argentina, Ecuador, Bolivia y Venezuela. Su activismo se inicia en los movimientos antiglobalización y las protestas por la guerra de Irak.
De las asociaciones de estudiantes en la facultad pasa con sus amigos a fundar el partido Podemos aprovechando la irritación por la crisis manifestada en los movimientos del 15-M. Se convirtió en el número dos de la formación y dirigió las primeras campañas desde las elecciones europeas de 2014.
Críticas por su contrato en Málaga
Su primer tropiezo surgió por la polémica del contrato que un amigo le facilita en la universidad de Málaga como investigador en un proyecto sobre la vivienda en Andalucía. Por incompatibilidad con su actividad en Podemos y por no cumplir con la dedicación estipulada. El expediente que se abre determina que cometió dos faltas disciplinarias y por lo tanto fue inhabilitado en la universidad.
De las diferencias al enfrentamiento
Pronto Errejón se distancia de Pablo Iglesias y pasa a representar el posibilismo de esa nueva izquierda. Las dos facciones se enfrentan en el segundo congreso del partido, Vistalegre II. Errejón pierde y queda relegado. Se refugia en la Comunidad de Madrid. Y allí inicia su nueva andadura: Más Madrid, ayudado por la popularidad de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. Desde entonces se suceden los rumores sobre su regreso a la política nacional, que niega, hasta que la repetición de las elecciones tras la frustrada negociación entre PSOE y Unidas Podemos le da la oportunidad. Su proyecto, Más País, consigue sumar a aliados que abandonan a Iglesias, como Equo, Compromís o la Chunta Aragonesista. El enfrentamiento con su antiguo amigo ahora es directo.
