La izquierda abertzale ha hecho su puesta en escena para apoyar la declaración de San Sebastián. El brazo político de los terroristas considera que estamos ante un hito histórico, en el que, según dicen, todos somos ganadores.
Trata de evitar así que se considere que ETA como la perdedora, pero lo que no exigen es la disolución de la banda, como tampoco aparece en el documento de la conferencia. De hecho, cuando es preguntado diretamente por qué no piden la desaparición de la banda, prefieren no contestar.
El presidente del PNV les ha emplazado a que den un paso más. Iñigo Urkullu asegura que ahora le toca a la izquierda abertzale desarmar a ETA. El Gobierno, por su parte, no se siente concernido ni interpelado. El ministro de la presidencia, Ramón Jaúregui, dice que el comunicado, que habla de una negociación política y de un referéndum, es sólo un papel más.
Lo relevante para el candidato socialista es que se está recorriendo el último tramo del final de ETA. "Tenemos que ser firmes, prudentes y estar unidos", ha afirmado Alfredo Pérez Rubalcaba.
Por su parte, el candidato popular, Mariano Rajoy ha calificado la Conferencia de Paz como "ceremonia de la confusión" y ha pedido a ETA un comunicado en el que "claramente exprese que deja la violencia de forma incondicional y definitiva".