Jordi Pujol
Jordi Pujol evoluciona favorablemente aunque sigue en observación para ver si el ictus le ha dejado secuelas
Realizarán más pruebas al expresidente de la Generalitat para ver si el ictus ha dejado alguna secuela en el cerebro.
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Jordi Pujol se mantiene estable y evoluciona favorablemente tras ser ingresado e intervenido el pasado lunes en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona tras sufrir un ictus mientras estaba leyendo. Después de que la intervención fuera un "éxito" -según explicó su médico de cabecera-, el expresidente de la Generalitat de Cataluña deberá permanecer entre tres y cinco días más ingresado.
"Hoy se le harán pruebas de imagen para determinar si el ictus le ha dejado alguna lesión física en el cerebro y prevemos que esté al menos entre tres y cinco días ingresado. Es lo normal en estos casos, para poder ver su evolución", ha explicado este miércoles el director del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau, Albert Lleó.
Pese a estar estable y poder hablar, Pujol, "aún está sometido a medicación sedante", por lo que no se ha podido "evaluar con precisión su estado cognitivo y de lenguaje". Pese a sus 92 años, fue sometido a una intervención con el consentimiento de su familia tras la obstrucción de una arteria cerebral que provocó una reducción del flujo sanguíneo ocasionó el ictus.
Pujol, en observación en Barcelona
Jordi Pujol recibió un tratamiento endovascular que trató en la extracción mecánica del trombo a través de la arteria femoral. El expresidente de la Generalitat permanece en observación en la unidad de ictus del hospital de Barcelona. El personal médico y sanitario no consideran que exista un riesgo vital, aunque esperarán varios días para ver si quedan secuelas.
Su médico de cabecera revelaba el martes: "Ha hablado conmigo. Ha sido poco diálogo, se trata de decir cómo me encuentro y dónde estoy. Pero se ha despertado, estaba orientado, hablaba y reconocía". Añadió que su "capacidad motora está preservada".
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