Afganistán

José Manuel Albares, ministro de Exteriores, analiza los errores en Afganistán: "Debemos tener objetivos claros"

Un año después de la caída de Afganistán en manos de los talibanes, José Manuel Albares hace una reflexión sobre los últimos meses. El titular de Exteriores señala los errores que se cometieron en la retirada y los objetivos a corto plazo de España y la comunidad internacional en el país.

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Hace exactamente un año el mundo miraba en vilo hacia Afganistán, tras la retirada sin apenas planificación de las tropas de Estados Unidos y el avance imparable de los talibanes en el país. Este lunes 15 de agosto se cumple un año desde la caída de Kabuly el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, hace un repaso de la situación.

¿Cuál es la situación de Afganistán y qué análisis hace como ministro de Exteriores?

Es una situación preocupante en estos momentos. Hemos visto que la situación de los derechos humanos, muy especialmente los de las mujeres y las niñas, se ha degradado. Por ejemplo, se han cerrado las escuelas públicas para las niñasy el 55% de la población se encuentra en necesidad humanitaria.

Esto afecta a Afganistán y a los países del entorno. Por un lado, hay casi dos millones de refugiados en Irán, más de un millón y medio de refugiados en Pakistán. Por otro lado, la acciónque llevó a cabo Estados Unidos contra el líder de Al Qaeda, al-Zawahiri, demuestra que de nuevo vuelve a haber conexiones dentro de Afganistán con grupos yihadistas. Por lo tanto, toda la comunidad internacional estamos preocupados con la situación.

"Vuelve a haber conexiones dentro de Afganistán con grupos yihadistas"

José Manuel Albares

¿Qué es lo que necesitamos en estos momentos? Necesitamos crear un Estado de derecho dentro de Afganistán, muy especialmente para la protección de las mujeresy de las niñas, y que la ayuda humanitaria pueda llegar a la población. Si no, podemos ver una involución todavía mayor y una desestabilización de los países limítrofes.

¿Qué lecciones debemos aprender de las dos últimas décadas?

El objetivo es que estos 20 años en los que la vida de la población afgana mejoró no puede sean un paréntesis en la historia de Afganistán. Y la principal lección que tenemos que sacar de la forma en la que nos fuimos de Afganistán es que, cuando hacemos una operaciónde este tipo los países miembros de la OTAN o la Unión Europea, debemos tener objetivos precisos y claros con un marco temporal.

¿Qué está haciendo España para ayudar a la población civil que vive bajo el yugo talibán?

Estamos haciendo un esfuerzo realmente a la vanguardia de la comunidad internacional para dar protección al mayor número de personas posibles. En el momento de la caída del aeropuertode Kabul llegaron a España unas 2.000 personas y fuimos el único país que realizó una operación de exfiltración el 11 y 12 de octubre para traer a otro contingente de colaboradores españoles, de familiares de esos colaboradores españoles y de personas especialmente amenazadas, entre las que se han encontrado muchas mujeres, como juezas o la capitanadel equipo paralímpico de baloncesto.

Ese compromiso que yo mismo explicité en la base aérea de Torrejón de Ardoz cuando aterrizaba el primer avión de que no dejaríamos a nadie atrás, a ninguno de nuestros colaboradores, sigue vigente hoy. Y si en aquel momento fueron casi 2.000 personas las que transitaron, otras tantas lo han hecho desde entonces. Y seguimos protegiendo. Fuimos uno de los países promotores en el seno de Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas de una declaración de protección a las mujeres y las niñas de Afganistán, y, a través de los canales multilaterales como Unicef y las agencias humanitarias de Naciones Unidas, intentamos canalizar nuestra ayuda.

¿Podría resaltar dos historias humanas de hace un año que tengan que ver con usted y su Ministerio?

La que probablemente más me ha marcado fue la de uno de nuestros traductores afganos, al que no solamente pude imponerle en Madrid una medalla por lo que había hecho, sino que le concedí la nacionalidad española hace un par de meses. Este traductor afgano colaboró en momentos muy difíciles en el aeropuerto de Kabul cuando nadie sabía cómo iba a acabar eso y los talibanes estaban literalmente a las puertas, ponía en riesgo su vida. Su familia había salido y a él se le dijo que saliera, pero quiso quedarse junto al resto del personal diplomático hasta el último momento, con los geos y con las fuerzas especiales españolas que estaban ahí y salió en el último avión. Ahora está en Zaragoza con su familia totalmente integrado en nuestra sociedad.

Por otro lado, la vicepresidenta del Parlamento afgano, Fawzia Koofi, y la dignidad que ella representaba. Todas las mujeres afganas, muchas de ellas las pude ver en Doha cuando visité el campo de refugiados. Mujeres que lo habían perdido todo y que ante la dificultad de volver a Afganistán, estaban decididas a llevar la voz, no solamente de las mujeres afganas, sino de todos los afganos por el mundo, y de volver en cuanto que fuera posible para seguir construyendo una Afganistán en el que hombres, mujeres y derechos humanos fueran respetados.

¿Tenemos alguna relación con el Gobierno talibán?

"Los talibanes no pueden esperar ningún tipo de reconocimiento de España"

José Manuel Albares

Prácticamente ninguna. Lo dejamos muy claro desde el principio, los talibanes no pueden esperar ningún tipo de reconocimiento de España. Por parte de la comunidad internacional, no hay ningún país de aquellos que abandonamos Kabul que haya hecho ningún gesto de reconocimiento. Podemos tener algún contacto operativo en algún momento dado, para que la ayuda humanitaria llegue sobre el terreno o para que nuestros colaboradores y sus familias puedan salir.

Nos gustaría que, cuando se den las condiciones de seguridad, podamos volver a Kabul, no como reconocimiento de los talibanes, sino para poder canalizar mejor esa ayuda humanitaria y proteger mejor a todos aquellos que lo necesitan. Es algo que hemos barajado en el seno de la Unión Europea, volver todos juntos o por lo menos volver aquellos europeos que queramos volver, pero estamos muy lejos de que se den las mínimas condiciones de seguridad. Por tanto, nuestro embajador ante Afganistán tiene como base Doha, en Catar, porque no se dan otras condiciones.

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