El 42 Congreso Confederal de UGT ha elegido la madrugada del viernes a Josep María Álvarez, secretario general de la organización para los próximos cuatro años, en una votación muy ajustada en la que el nuevo líder ugetista ha obtenido el 51,1% de los votos, sólo 17 más que su contrincante Miguel Ángel Cilleros.
Tras conocer los resultados, Álvarez ha dicho que el resultado demuestra que "UGT es la primera organización estatal donde la catalanofobia no funciona" y ha instado al Parlamento a ponerse a trabajar para que "se visualice la izquierda parlamentaria" con propuestas para los trabajadores.
El nuevo secretario general, cuya posición sobre el derecho a decidir en Cataluña generó controversias internas en el sindicato, ha obtenido 306 apoyos, en una votación muy ajustada que se prolongó durante cinco horas, y en la que su contrincante, Miguel Ángel Cilleros, ha logrado 289 votos.
Finalmente, a la Secretaría General sólo han optado dos candidatos: el veterano sindicalista catalán y Cilleros, una vez que el tercer aspirante, el secretario general de Canarias, Gustavo Santana, anunciara este mediodía que no formalizaba la candidatura al contar sólo con el 10% de los avales, frente al 2 % requerido como mínimo por la organización.
Como había anunciado, Álvarez ha conseguido más del 50% de los avales, si bien la diferencia con Cilleros ha sido ajustadísima. El nuevo líder de UGT ha presentado una lista de 7 hombres y 6 mujeres en la que dominan responsables de la Federación de Servicios Públicos (UGT-FSP); del Metal, Construcción y Afines (UGT-MCA) y, especialmente, de las delegaciones catalana y andaluza, las que habían expresado su apoyo explícito.
Según fuentes de la FSP, Álvarez estuvo hasta el último minuto buscando con Cilleros una candidatura de consenso, algo que se malogró cuando el responsable de Movilidad y Consumo hizo pública su propia lista, en la que incluyó a dos pesos pesados de la Ejecutiva saliente.
Según el propio Cilleros, su lista era innovadora en el sentido de que suponía una "discriminación de género en positivo", al contar con 6 hombres y 4 mujeres. Sin embargo, esa lista, que insistió en presentar como "no continuista" , contaba con dos miembros de la dirección saliente: el secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, y la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente, Marisa Rufino.
Con la elección de Álvarez, UGT pone fin a 22 años de liderazgo de Cándido Méndez pero también se ha abierto, por primera vez en la historia del sindicato, un proceso para nombrar secretario general al que han concurrido tres candidaturas, aunque una, finamente, no ha llegado a formalizarse.
Sin embargo, es precisamente la candidatura de Gustavo Santana la que ha posibilitado que, a partir de ahora el porcentaje mínimo de avales que se exija para presentarse sea del 15%, 10 puntos menos que ahora.
Santana también ha favorecido la constitución de una Comisión para profundizar en la democracia interna y permitir que, en un futuro, los secretarios generales sean elegidos de forma directa por los afiliados, es decir, un avance para el reconocimiento de las primarias.
El recién elegido líder de UGT causó polémica durante las últimas semanas por su posición sobre la autodeterminación. No obstante, Álvarez ha insistido en dejar claro que una cosa es el derecho a decidir y otra el independentismo, del que no está a favor.
Además, ha subrayado que la polémica catalana no está en el sindicato ni es un tema por el que le hayan preguntado en sus visitas a federaciones y uniones estatales y territoriales. Sin embargo y para disipar dudas, ha asegurado que su posición como secretario general será la misma que ha tenido estos años al frente de la delegación catalana. "Quienes me conocen saben muy bien lo que pienso" ha dicho, más de una vez.