Bradley Grimes, un joven vagabundo autista, ha rogado ante la Corte de Teesside que lo manden a prisión un día antes de su cumpleaños, porque así, según su trabajadora social, "al menos se desperatará en su cumpleaños y en un lugar cálido". El joven británico de 23 años ha vivido en hogares de acogida desde que tenía siete años y ha pasado los últimos seis meses durmiendo en la calle durmiendo en las puertas de las tiendas de Middlesbrough.
"Se encuentra en una situación imposible porque no tiene casa"
Grimes tuvo que ir a los tribunales para responder sobre la ruptura de una sentencia de cuatro meses de libertad condicional por un delito con cuchillos. Sin embargo, además de su curiosa petición, el acusado explicó que tuvo un tumor cerebral causado por años de negligencia.
Según recoge 'Metro', la defensa, Aisha Wadoodi, le contó al juez cómo Grimes había pedido que se activara la suspensión de su sentencia para que pudiera ser enviado a prisión, ya que "se encuentra en una situación imposible porque no tiene casa".