La 'Operación Caronte' ha puesto de manifiesto el elevado grado de radicalización de alguna de las células yihadistas establecidas en España. Los islamistas arrestados el miércoles tenían la intención de secuestrar y degollar a una persona, y grabar su asesinato. Siete de los once detenidos ya han ingresado en prisión. El juez Santiago Pedraz en su auto de prisión les imputa de un delito de pertenencia a una organización terrorista, de tenencia ilícita de armas y explosivos.
Pretendían asesinar al estilo del Estado Islámico. La célula yihadista planeaba secuestrar a una persona en España, vestirla con un mono naranja y degollarla delante de las cámaras.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional asegura que estaban totalmente preparados para cometer atentados en suelo español. Incluso, estuvieron a punto de atacar una librería judía en Barcelona.
De los 11 detenidos, cinco son catalanes y conversos al islam. Y éste es uno de los aspectos que más preocupa a las fuerzas de seguridad. Suelen cumplir un mismo perfil: jóvenes, generalmente sin trabajo con rasgos antisistema. Su mayor peligro es que sus hábitos de vida y sus rasgos no les delatan.
Desde que comenzó 2015 se han llevado a cabo seis operaciones contra células yihadistas. La primera se produce en Ceuta, el 24 de enero, la llamada 'Operación Chacal'. Son detenidos dos parejas de hermanos, de nacionalidad española y origen marroquí. Presuntamente estaban dispuestos a cometer un atentado e inmolarse.
Un mes después, el 24 de febrero, la Guardia Civil arresta a cuatro personas, dos en Melilla y otras dos en Cataluña. Pertenecían a una red de reclutamiento para el Estado Islámico. El 10 de marzo, la Policía Nacional detiene en el barrio del Príncipe a dos yihadistas preparados y dispuestos a atentar.
Y tres días después se lleva a cabo una de las operaciones más importantes. Ocho personas son detenidas en Barcelona, Girona, Ciudad Real y Ávila. Todos eran españoles y cinco de ellos de origen marroquí. Reclutaban candidatos para enviar a Irak.
A finales de ese mismo mes, se detiene en Badalona a dos menores, de 16 años, y a sus padres por su supuesta relación con una red de envío de terroristas a Siria. Y la última operación ha sido la de este miércoles. Con una importante peculiaridad, los yihadistas detenidos pretendían emular, exactamente, las mismas técnicas utilizadas por el Estado Islámico.