El pederasta Daniel Galván ingresó a la una del mediodía en la cárcel madrileña de Soto del Real, según fuentes penitenciarias. Este hecho se ha producido después de la decisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu de ordenar su ingreso en prisión provisional por riesgo de fuga en espera de que se resuelva su posible entrega a Marruecos, que le reclama tras ser revocado el indulto que le concedió el rey Mohamed VI.
El ingreso en prisión ha sido solicitado por el fiscal Pedro Martínez Torrijos, quien durante la comparecencia alegó el riesgo de que Galván pueda fugarse y la gravedad de los delitos por los que fue condenado a 30 años de cárcel por abusar de once menores. Galván, que ha sido asistido por un abogado de oficio, rechazó ser entregado al reino alauí y alegó arraigo en España, donde tiene amigos y una dirección en Torrevieja (Alicante), según han señalado fuentes presentes en la declaración.
Según el auto dictado por el titular del Juzgado Central de Instsrucción número 4, la dirección que ha facilitado Galván durante su comparecencia en la Audiencia Nacional es de un amigo, "de nombre Ulpiano", ya que él carece en España "de un mínimo arraigo familiar, social, económico, laboral o de otro tipo que neutralice la tentación de ponerse fuera del alcance del aparato judicial penal en caso de ser puesto en libertad".
Según el juez, las circunstancias en que se produjo el indulto y su posterior anulación serán examinadas en el procedimiento de extradición que ahora se inicia. Galván fue arrestado este lunes en Murcia en virtud de una orden internacional de detención tras ser revocado el indulto que le concedió el rey Mohamed VI.
Antes de comparecer, Galván fue reconocido por los forenses de la Audiencia Nacional, que certificaron que sufre un trastorno de ansiedad y depresión del que está siendo tratado médicamente, si bien no habría ningún problema porque siguiera las prescripciones médicas en prisión, según las mismas fuentes.
