Juan Carlos I
La Justicia británica permite al rey emérito recurrir el fallo que le denegó su inmunidad frente a la demanda de Corinna Larsen
El tribunal demoró la vista el pasado día 11 de julio para que tanto los abogados del rey emérito como los de Larsen expusieran las razones por las que, en su opinión, debe autorizarse o impedirse que el ex jefe de Estado recurra en apelación el auto de Matthew Nicklin.
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El Tribunal de Apelaciones de Londres autoriza al rey emérito Juan Carlos I a recurrir la decisión del Tribunal Superior de Londres, que el pasado marzo le denegó la inmunidad ante la demanda por supuesto acoso que ha presentado Corinna Larsen.
El juez Nicholas Underhill ha permitido a los abogados de Don Juan Carlos la apelación, por lo que ahora comenzará un proceso legal para establecer si Juan Carlos I goza de inmunidad.
En marzo, el juez del Tribunal Superior de Justicia rechazó permitir el recurso, al considerar que, tal como explicó en su dictamen, Juan Carlos I no puede ampararse en la inmunidad porque los hechos que se le imputan no fueron "actos de Estado" sino que ocurrieron en el ámbito personal y ya había abdicado. "Solo hay un rey y un jefe de Estado en España y, desde el 19 de junio de 2014, ese es su hijo, el rey Felipe VI", subrayaba.
Para ejemplificar su idea, Nicklin explicaba que, de hacer caso a los argumentos de la defensa de Juan Carlos I, "podría entrar en una joyería de Hatton Garden y robar un anillo de diamantes, sin que tuviera que hacer frente a ningún proceso civil o penal en esta jurisdicción".
Como este juez británico también fijó que el antiguo monarca no podía recurrir su decisión, los abogados del rey emérito decidieron pedir permiso a la Corte de Apelaciones, aduciendo que Nicklin ha aplicado un criterio jurídico erróneo para valorar el reconocimiento de la inmunidad diplomática. Ahora, la Corte de Apelaciones autoriza ese recurso.
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En su demanda, la empresaria Corinna Larsen sostiene que el Rey emérito la habría acosado después de que ella pusiera fin a la relación. Primero para procurar que la retomaran y después a modo de venganza para perjudicarla en sus negocios. Por ello, Corinna Larsen reclama a Juan Carlos I una indemnización por los costes de su tratamiento médico de salud mental y por las medidas de seguridad que, según sostiene, ha tenido que implantar para protegerse.
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