JxCat no renuncia a la investidura a distancia de Carles Puigdemont y está a la espera de que ERC defina si la garantizará, incluso a pesar del criterio de los letrados del Parlament y de que el Gobierno haya avisado que recurrirá "inmediatamente" cualquier "añagaza" en la investidura. Antes del pleno de constitución del Parlament del próximo miércoles, 17 de enero, Puigdemont ha reunido en Bruselas por primera vez al grupo parlamentario de Junts per Catalunya para tener una primera toma de contacto y distribuir tareas.
Después de una primera foto de grupo en la que no han podido estar los electos encarcelados, Joaquim Forn y Jordi Sánchez, ni tampoco los que no pueden viajar fuera de España, Josep Rull, Jordi Turull y Lluís Guinó, los diputados electos Elsa Artadi y Eduard Pujol han declarado a la prensa que mantienen la apuesta de investir a distancia a Puigdemont, que ERC aún no ha garantizado.
Sobre la mesa está la posibilidad de una investidura telemática, opción que ha ido perdiendo fuerza, o la de hacerlo por delegación, sin descartar la opción de introducir un discurso por escrito de Puigdemont, que leería un diputado el mismo día del pleno de investidura, para evitar así una resolución previa del Tribunal Constitucional que anule el procedimiento. Pero la vía que se usará no se ha decidido hoy, según Artadi, que en todo caso ha garantizado que obrarán en función del reglamento de la Cámara, que a su juicio permitiría investir a distancia. Tanto Artadi como Pujol han incidido que "los únicos" que pueden aplicar el reglamento de la Cámara catalana son su presidente o el pleno, en una presión velada a ERC, a quien le corresponde designar al que será el nuevo presidente del Parlamento catalán.
En este sentido, fuentes del grupo de JxCat han remarcado que, en el supuesto de que haya un informe formal de los letrados contrario a la investidura a distancia, la decisión última sobre la interpretación del reglamento del Parlament la tendrá la Mesa, para la que han acordado con ERC una mayoría independentista. En este contexto, el grupo capitaneado por Puigdemont está a la espera de que ERC defina si, a través de esa mayoría independentista en la Mesa, apoyarían la investidura indistintamente de lo que puedan decir los letrados. Fuentes de ERC han indicado que sus servicios jurídicos siguen analizando la viabilidad de la investidura a distancia.
El portavoz en el Congreso, Joan Tardà, ha dicho que intentarán por todos los medios formar un nuevo Govern presidido por Puigdemont, pero ha advertido de que en el camino hacia "la República todo el mundo es necesario, pero nadie es imprescindible". Otra incógnita que debe despejar ERC es el sustituto de Carme Forcadell al frente del Parlament, pues ni la candidatura de Ernest Maragall ni de ningún otro nombre se ha concretado de momento, y esto es imprescindible para acabar de negociar con JxCat el resto de nombres de la mayoría soberanista de la Mesa. Después de la reunión semanal del Gobierno del Estado, el portavoz Íñigo Méndez de Vigo ha asegurado que el Ejecutivo recurrirá "inmediatamente" y "sin ninguna vacilación" cualquier tipo de "añagaza" para investir a Puigdemont de manera no presencial.
Méndez de Vigo ha asegurado que esta posibilidad es "una falacia" y una "pretensión irrealizable" porque va no solo contra cualquier normativa jurídica, sino también "contra todo sentido común". Ciudadanos y PSC han pedido a la aún presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, que encargue un informe a los letrados sobre la investidura a distancia, pero ésta no se ha mojado y lo ha dejado en manos de la próxima Mesa, que se escogerá el próximo miércoles. Así, no habrá antes de esa fecha un informe de los letrados, de quienes ya ha trascendido que han analizado ya de oficio la situación y coinciden en que la investidura debe ser presencial.
Además, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha señalado que "no aceptará" el escenario de una investidura a distancia y que su partido no reconocerá a un presidente que no sea elegido como establece el reglamento del Parlament. Y el líder del PSC, Miquel Iceta, ha avisado de que si finalmente se acabara produciendo la investidura telemática, el grupo socialista no asistiría al hemiciclo, al tiempo que la impugnaría ante el Tribunal Constitucional (TC).
En el plano judicial, el Supremo ha denegado a Oriol Junqueras su traslado a una prisión de Cataluña y ha declarado su incapacidad, y la de Joaquim Forn y Jordi Sánchez, para participar en persona en las votaciones del Parlament, aunque podrán delegar su voto en otros diputados, con lo que el bloque soberanista se asegura tres votos. El juez teme que con la salida y entrada a prisión se produzca un "grave enfrentamiento ciudadano".
Los exconsellers y electos de JxCat que están en Bruselas, Clara Ponsatí y Lluís Puig, tienen previsto ser diputados, mientras que aún no está claro qué harán los electos de ERC en Bélgica, Antoni Comín y Meritxell Serret, aunque en estos cuatro casos habrá que ver si podrán delegar el voto en el caso que sean parlamentarios. Por otro lado, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha puesto en conocimiento de la Fiscalía la web "Govern de la República", que ha difundido por Twitter Carles Puigdemont y que incluye el logotipo oficial de la Generalitat.