Para llegar a los tiempos de hoy en España , en su día hubo que recorrer un largo camino que no sería nada fácil. Atrás se dejaron los años de la dictadura franquista y la opresión que ella supuso.
Este viernes 6 de diciembre se conmemora el 41 aniversario de la Constitución española, la carta magna por excelencia, aunque algunos políticos coinciden en que se debería emprender una reforma constitucional para mejorar y así poder avanzar como estado de nación.
La muerte del dictador, Francisco Franco, en 1975 dio paso a una asunción de la jefatura del Estado en la que Juan Carlos I fue proclamado Rey de España.
Se iniciaba así una época de transición política que iba terminar constituyendo nuestra democracia actual. En 1977, Adolfo Suárez convocaba elecciones generales y un año más tarde, el 6 de diciembre de 1978 se aprobó la Constitución.
Más de un 60% de españoles acudieron a las urnas
La participación, por entonces, fue del 67,11%. El mayor número de votantes se dieron en las ciudades del norte: en Guipúzcoa, Lugo, Orense y Vizvaya.
En Madrid, la participación fue del 72,23% con más de dos millones de votantes. En Barcelona fue algo menor, con un 67,68%. Valencia fue, de las grandes ciudades españolas, la que más participación obtvo con un 75,44%.
La libertad, una de los mayores logros de la Constitución
Cómo cualquier dictadura de la época, el Franquismo en España supuso una violación de los derechos sociales. La Iglesia tenía una importante influencia en la educación y estilo de vida en la sociedad. Por el contrario, los profesores que promovían el pensamiento libre y crítico, con título oficial, fueron perseguidos o apartados de su cargo.
En el plano sentimental, las personas del mismo sexo no podían tener relaciones. Es más, Franco mandó perseguir a todo aquel que no cumpliera con el estereotipo que ordenaban desde la Iglesia, es decir, hombre y mujer. Gracias a nuestra Carta Magna, desde las instituciones públicas eso no ocurre en nuestros días.