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ESTÁ CONVENCIDO DE QUE EL CASO SE ARCHIVARÁ

La defensa de Barreiro avisa: "Los medios de comunicación deberán pedir perdón a la senadora"

La senadora popular Pilar Barreiro ha negado ante el Supremo haber desviado dinero del Ayuntamiento de Cartagena y de la Región de Murcia para sus campañas personales de imagen, por lo que su abogado asegura que los medios "tendrán que pedir perdón".

La senadora popular Pilar Barreiro ha negado ante el Supremo haber desviado dinero del Ayuntamiento de Cartagena y de la Región de Murcia para sus campañas personales de imagen, mientras que su abogado ha avisado a los medios de comunicación que tendrán que pedir perdón cuando se archive el caso.

"Es una locura de país", ha comentado el letrado, José Pardo, a su salida del Supremo tras hora y media de declaración. Lo señalaba en relación con la exigencia del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, al PP y a Mariano Rajoy, de que si no dimite la senadora popular Barreiro quedarán "congelados" los acuerdos de investidura.

Mientras el abogado defensor atendía a los medios de comunicación congregados a las puertas del Supremo, la imputada ha aprovechado para salir de allí sin verse obligada a hacer declaraciones a los periodistas sobre esta pieza separada del Caso Púnica.

El Supremo acordó el pasado mes de octubre abrir un procedimiento a la senadora del PP y exalcaldesa de Cartagena (Murcia), por presuntos delitos de fraude, falsificación de documentos, prevaricación, malversación y cohecho. Lo hizo a partir de la iniciativa del titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, quien envió una exposición razonada al Supremo que apuntaba un supuesto concierto para defraudar al Ayuntamiento de Cartagena y otro para defraudar a la Consejería de Educación de la Región de Murcia.

El alto tribunal nombró instructora del caso a la magistrada Ana Ferrer. Ella deberá decidir, a partir de la comparecencia voluntaria de este lunes, si el Supremo debe pedir el suplicatorio al Senado para abrir causa contra Barreiro o si se archiva el asunto.

Para el abogado defensor no hay duda, el asunto se archivará (ha anunciado que presentará un escrito en ese sentido) porque lo que se contrató desde el Ayuntamiento de Cartagena fue una publicidad, "que se pagó", mientras que la campaña de reputación, aparentemente a cargo de la Comunidad de Murcia, "se iba a pagar por el partido, pero al final no se hizo".

"Según la lógica aristotélica, y no la de Lewis Carroll, que es la que aplican la UCO de la Guardia Civil y el juez Eloy Velasco en su exposición razonada al Supremo, no hay ningún delito", ha dicho. "Ellos llegan a conclusiones erróneas totalmente, como se ha demostrado ahora con la declaración voluntaria y se demostrará más adelante. Habrá un archivo. Y los medios de comunicación deberían pedir perdón a la senadora, porque lo está pasando mal", ha explicado también.

Según la exposición del juez Velasco, Pilar Barreiro, ante las noticias negativas que se publicaban sobre ella en las redes sociales, relativas a su participación en delitos de corrupción urbanística, se puso en contacto con el empresario Alejandro de Pedro para que su empresa realizase trabajos dirigidos a limpiar y cuidar su reputación en las redes sociales.

Así, relataba que Pilar Barreiro asistió a reuniones donde, con abuso de su cargo al frente de la gestión del Ayuntamiento de Cartagena, ideó un plan defraudador, con la puesta en marcha de sus redes sociales y la creación de un diario digital a su servicio que costearía el Consistorio subrepticiamente. Según la exposición razonada, los indicios apuntan que se adjudicó a la mercantil MADIVA un contrato menor que simulaba la contratación de publicidad institucional.

El pago podría haberse hecho con dinero público contra las facturas que iban mes a mes presentándose al cobro bajo el concepto irreal de "campaña de publicidad turismo de Cartagena". En relación con la concertación para defraudar a la Consejería de Educación de la Región de Murcia, el juez apuntó indicios de que esta consejería sufragó subrepticiamente el gasto por los trabajos de reputación para ella mediante la adjudicación de un contrato de cobertura, con el objeto simulado de "formación".

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