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Investidura Pedro Sánchez

La relación Sánchez-Torra, una montaña rusa

Pedro Sánchez ha envuelto en una ronda con los presidentes de las comunidades su llamada a Quim Torra. Vuelven a hablar después de varios encuentros y desencuentros.

Lazo amarillo en la solapa, apretón de manos y caras sonrientes. La primera vez de Quim Torra en La Moncloa acabó con un paseo por los jardines. Una relación "cordial" que llegó a su punto culminante en Barcelona, con la devolución de la reunión y con la declaración de Pedralbes. Pedro Sánchez hizo su primer "guiño" a los independentistas. Tanto en la escenografía, con la de "igual a igual", como en el lenguaje. Sánchez habló entonces de "seguridad jurídica" en vez de Constitución. Y lo ha vuelto a hacer en sus últimas comparecencias. Tampoco habla ya de "crisis de convivencia", como durante la campaña electoral, una y otra vez, sino de "conflicto político".

Con la sentencia del 'procés' y los disturbios en Cataluña llegaron los desencuentros y las llamadas sin respuesta. Incluso Torra escenificó con imágenes el que no le cogiera el teléfono. Sánchez se negó hasta que no condenara la violencia: "Lo primero que tiene que hacer es una llamada a la convivencia".

Los dos abren ahora la puerta a volverse a ver las caras, si es que Sánchez consigue su investidura.

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