Una reforma de ley de 2017 y la presión del PP ponen en jaque al PSOE con el indulto a Griñán

El PSOE vive en un terremoto constante desde que se conociera la sentencia del Tribunal Supremo a los exdirigentes socialistas José Antonio Griñán y Manuel Chaves. Las declaraciones de la defensa de Griñán asegurando que agotarán todas las vías y no descartan solicitar el indulto han puesto en un compromiso al Gobierno.

Y lo hacen porque, precisamente desde el PSOE, se impulsó una propuesta de ley que reformó en 2017 la 'Ley de Reglas para el ejercicio de la Gracia de Indulto' para prohibir ejercerla en este tipo de casos de corrupción y los de violencia de género.

"No procederá la concesión de indulto, total o parcial, cuando se trate de delitos cometidos por una autoridad en el ejercicio de su función o cargo público, o prevaliéndose del mismo, con la finalidad de obtener un beneficio económico para sí o para un tercero", cita expresamente el texto de una norma que se remonta a junio de 1870.

Desde el PP: "El indulto sería un atropello"

Desde el PSOE aseguraron no dudar de "la honorabilidad" de los expresidentes de la Junta de Andalucía Chaves y Griñán y, través de su portavoz, Pilar Alegría, pidió "pudor" al PP a la hora de abarcar el espinoso asunto.

"El señor Feijóo es el presidente del único partido político que está condenado por financiación ilegal y ningún ciudadano ha escuchado ni una sola explicación suya", indicó Alegría sobre un Feijóo que pidió también "depurar responsabilidades".

"El PSOE debería depurar responsabilidades"

La respuesta de los populares no ha tardado en llegar y ha centrado su foco en el ya mencionado ejercicio de gracia sobre un Griñán condenado a seis años de cárcel. Elias Bendodo, coordinador general del PP, ha señalado que este indulto "sería un atropello" e ironizó sobre la premura con la que los socialistas están intentando renovar el Tribunal Constitucional.

"Estoy oyendo hablar ya de indultos... No creo que el Gobierno cometa ese atropello. Y tampoco quiero entender que las prisas por renovar el Tribunal Constitucional tengan que ver con esto", comentó Bendodo.

Griñán: "Si entro en prisión mi vida habría terminado"

De esta forma, el PSOE se encuentra ahora en una encrucijada. Por un lado, su rival político presiona contra una medida más que cuestionable y que atentaría contra los principios que los propios socialistas promulgaron en 2017.

Por otro, desde el bando de Griñán aseguran que harán todo lo posible para evitar la cárcel, incluso solicitar el indulto. El propio Griñán ya confesó hace unos meses que, a sus 76 años, estaría dispuesto a acatar la sentencia pero que su entrada en prisión sería el fin de "su vida".