La ley 'Mordaza', ante su penúltimo examen en el Congreso con los socios del Gobierno en contra

A menos de 80 días para las elecciones autonómicas y municipales, el Gobierno intenta acelerar en el Congreso de los Diputados algunas leyes en el cajón desde hace meses e, incluso, años. Esta semana, por ejemplo, el ministerio de Seguridad Social ha alcanzado un pacto con Bruselas, y con el visto bueno de Podemos, para la segunda parte de la reforma de las pensiones. El PSOE ha anunciado también un principio de acuerdo en la ley de Vivienda, paralizada por las discrepancias en la coalición sobre cómo limitar el precio de los alquileres en zonas tensionadas.

Ahora es el turno de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, popularmente conocida como ley ‘mordaza’. En febrero, los seis partidos implicados en los cambios de la norma (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, Bildu y Junts) dejaron listo el dictamen con los acuerdos alcanzados hasta el momento. La próxima semana, la Comisión de Interior lo debatirá y votará en el Congreso. Es un paso decisivo y que, a día de hoy, no cuenta con el apoyo de los socios parlamentarios habituales.

La ley de Vivienda, más próxima que la 'Mordaza'

Este jueves, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reconocía que, entre la ley de Vivienda y la ley ‘Mordaza’, están “más cerca” de sacar adelante “la primera que la segunda”. Durante los últimos meses de negociaciones, el bloque de investidura no ha desbloqueado los principales escollos de la reforma: las devoluciones en caliente de inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, las infracciones por faltas de respeto a agentes o la utilización de pelotas de goma por parte de la policía.

ERC y Bildu se oponen a aprobar la reforma sin tocar estos puntos. Durante su tramitación en Ponencia, Unidas Podemos llegó a pedir a todos “un esfuerzo” para impedir que la norma decayera. Para eso, el próximo martes 14 de marzo será clave.

Si el dictamen supera la votación en la Comisión de Interior, la ley podría pasar a pleno la siguiente semana y enfrentarse a su debate y votación definitiva. Al tratarse de una ley orgánica, la reforma necesita lograr la mayoría absoluta (176 votos) para salir adelante.

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