EN EL MINISTERIO DE JUSTICIA CON SUS 'EX COLEGAS'
El extitular de Justicia Juan Fernando López Aguilar ha hecho entrega hoy en este Ministerio de su autorretrato, un lienzo que esconde la rosa del PSOE y que se unirá al resto de las pinturas de sus antecesores en el cargo, aunque en esta ocasión no tendrá coste alguno al haberlo realizado él mismo.
"El dinero que destina el capítulo 2 de gastos corrientes de los Ministerios a los cuadros de los ministros salientes no es pequeño. Y estoy contento de habérselo ahorrado a los españoles", ha explicado López Aguilar, que ha recordado que se comprometió al abandonar su cargo en Justicia a hacer este ejercicio de "austeridad", ahora mucho más necesario que en aquella época.
En el acto, en el que ha estado acompañado por lo ministra de Defensa y el titular de Justicia, Carme Chacón y Francisco Caamaño, respectivamente, así como de las personas que formaron parte de su equipo en el Ministerio y de antecesores en el cargo como Mariano Fernández Bermejo, Ángel Acebes o Francisco Múgica, ha explicado que el autorretrato escondía algo.
Y cuesta encontrarlo en la pintura: se trata del anagrama del PSOE, escondido en la cadena de la que cuelga la medalla de San Raimundo de Peñafort, con la que aparece en el cuadro y que le fue concedida en abril de 2007 por el Consejo de Ministros.
López Aguilar ha reconocido que no ha sido fácil hacer su autorretrato al óleo, una obra con "un punto expresionista" que demuestra que no sólo sabe dibujar caricaturas.
Además, ha recordado como "un tiempo fantástico" el que estuvo al frente del Ministerio de Justicia -entre el 18 de abril de 2004 y el 9 de febrero de 2007-, días que recordará "toda la vida".
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha alabado la labor desarrollada por López Aguilar al frente del Ministerio y ha destacado de él sus valores y su apuesta por la libertad y la igualdad.
Durante la intervención de Caamaño, López Aguilar ha tenido que abandonar el sitio en el que se encontraba, junto a los ministros y exministros, y dirigirse al lugar donde estaban su mujer y sus gemelos, que lloraban y reclamaban que les cogieran en brazos.