Una de las grandes dudas de la reforma educativa, la conocida como 'Ley Celaá', es que pasará con el castellano. ¿Seguirá siendo lengua vehicular en la enseñanza?
Hoy los grupos políticos deben votar ese tema, entre otros, como qué pasará con la asignatura de religión o la escuela concertada.
El texto que salga debe debatirse después en la Comisión de Educación y posteriormente en el Congreso y el Senado para su aprobación definitiva.
Las claves de la polémica
La bronca política se ha iniciado tras conocerse, esta semana, la enmienda transaccional entre PSOE, Unidas Podemos y ERC, por la que se pretende eliminar que el castellano sea lengua vehicular en la enseñanza.
La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha negado que esa enmienda responda a negociaciones sobre los Presupuestos Generales o que se quiera "desalojar" al castellano de las escuelas, y ha asegurado que seguirá siendo tratado como fija la Constitución y los estatutos autonómicos.
Celaá recalca que se busca que los alumnos aprendan por igual el castellano y su lengua cooficial. Una idea que refuerza la portavoz de la comisión de Educación de ERC en el Congreso, Montse Bassa, que ha dicho que la lengua vehicular en Cataluña es el catalán y esto no significa no estudiar castellano y una lengua extranjera.
El PNV defiende en sus enmiendas que "el castellano es lengua vehicular de la enseñanza en comunidades autónomas que carezcan de lengua cooficial" y en las comunidades con lenguas cooficiales, "la lengua vehicular será la que determine en sus respectivos estatutos u normativa".
PP, Ciudadanos, Vox y UPN han anunciado su voto en contra y, además, PP y Cs ya han anunciado que acudirán al Tribunal Constitucional si el castellano deja de ser vehicular en la enseñanza.
Para UPN se trataría de "una cesión al chantaje nacionalista absolutamente inadmisible y una clara vulneración de la Constitución".
Así está ahora
De prosperar la enmienda transaccional se cambiaría lo que se dice en el proyecto de la Lomloe: "El castellano y las lenguas cooficiales tienen la consideración de lenguas vehiculares, de acuerdo con la normativa aplicable".
En la actual norma, la Lomce o ley Wert, se establece que "el castellano es lengua vehicular de la enseñanza en todo el Estado y las lenguas cooficiales lo son también en las respectivas comunidades, de acuerdo con sus Estatutos y normativa aplicable".
Asignatura de religión, otro escollo
Por otra parte, la Ponencia debe estudiar las enmiendas relativas a la materia de Religión. Los grupos coinciden en reconocer que no puede sacarse de las aulas mientras no se deroguen los acuerdos con la Santa Sede.
En el proyecto se fija que debe ser de oferta obligatoria, voluntaria para el alumno y no contar para el expediente académico.
Unidas Podemos, en sus enmiendas, propone que las enseñanzas de religión confesional se desarrollen al margen del currículo común y fuera del horario escolar.
El grupo Republicano opina que la asignatura de cultura religiosa no tendrá carácter confesional y se orientará al conocimiento del hecho religioso y de las diferentes religiones.
El PP propone que el área o asignatura de Sociedad, Cultura y Religión comprenda dos opciones: una, de carácter confesional, acorde con la confesión por la que opten padres o alumnos, y otra, de carácter no confesional.
Vox cree que debe ser una asignatura evaluable y UPN dice que se mantenga como hasta ahora.
El PNV habla de enseñanza del hecho religioso y Más País Equo de que la religión católica no se incluirá en el currículo y, en todo caso, se podrá cursar fuera del horario lectivo.
El texto que salga de la Ponencia debe debatirse después en la Comisión de Educación y posteriormente en el Congreso y el Senado para su aprobación definitiva.