Numerosos alumnos han acudido a colegios e institutos de Cataluña designados como centros de votación para las actividades preparadas durante la tarde del viernes y la jornada del sábado para para tratar de impedir que sean precintados por orden judicial.
En muchas de estas escuelas, algunos padres, madres, profesores y alumnos tiende previsto pasar la noche en acampadas en el patio y las aulas, tras cenas de hermandad y 'fiestas de pijamas' organizadas para mantener el colegio activo y tratar de impedir la actuación policial ordenada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Siguiendo las órdenes de la Fiscalía, los Mossos también han empezado a acudir a edificios públicos o de uso público designados como colegio electoral con la orden de identificar a las personas que preparen el referéndum del 1-O y cerrar los locales para que no puedan acoger la votación.
Los agentes se han dirigido ya a varias escuelas e institutos de Cataluña, una vez finalizadas las clases, para cumplir la orden, que les obliga a impedir que abran para acoger la votación del 1-O, suspendida por el Constitucional.
Entre estos centros está el instituto Miquel Tarradell, en la calle Àngels de Barcelona, en el que se encontraban decenas de vecinos para impedir que cerrara sus puertas. También se han repetido imágenes similares en el instituto La Sedeta.
Los colegios mantendrán a lo largo del sábado más actividades festivas y lúdicas y se plantean volver a pernoctar en las dependencias escolares si no son desalojados antes por la policía.
Entre las actividades elegidas habrá hinchables, karaokes, cine, juegos de mesa y carreras de relevos.
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, ha dado instrucciones a los agentes para acudir a los colegios electorales para desalojar y cerrar los locales e intervenir urnas, papeletas y censo, apostando por la "mediación" y la "contención" para mantener la "paz social" y la "convivencia".