Tanto Susana Díaz como Pedro Sánchez se muestran seguros, aunque los dos saben que el domingo la victoria se prevé ajustada. Para Sánchez: "da igual 1 que 15.000 votos, lo importante es que el que gane cuente con la lealtad" del partido al nuevo líder.
Sánchez se queja del miedo, dice, que se ha sembrado entorno a su figura. La líder andaluza insiste en que, si gana, integrará a todos: "Yo seré su secretaria general y quiero que se sienta representado él y quienes le apoyen por la candidatura que represento".
Eso sí, desde su entorno prevén que si el resultado es ajustado algunas voces lo cuestionen: "El clima interno del partido es irrespirable y además las derrotas electorales han ido a más hasta situarnos en el peor resultado de la democracia".
Una dudas que Patxi López descarta: "Sería tremendo que juguemos a eso, que pongamos en cuestión el propio sistema, la democracia del Partido Socialista".
El domingo están llamados a votar casi 188.000 militantes socialistas. El nombre del su nuevo líder se conocerá sobre las 11 de la noche.