Los partidos independentistas exploran fórmulas unitarias para las elecciones del 21 de diciembre, ante la insistencia de Carles Puigdemont y una parte del mundo soberanista en pactar una lista única y, según fuentes independentistas, a la espera de que ERC plantee una nueva propuesta.
Cuando el martes por la noche terminó el plazo de presentación de coaliciones electorales sin que el PDeCAT, ERC y la CUP hubiesen alcanzado un acuerdo para ir en una sola lista, los partidos comenzaron a prepararse para conformar sus propias candidaturas. Sin embargo, la presión ambiental de una parte del mundo soberanista ha evitado que se consolide la solución de las listas separadas y ha obligado a los partidos, pese a sus mutuos recelos, a no descartar, al menos públicamente, ninguna opción.
Una de ellas sería una lista única -a registrar antes del 17 de noviembre, ya no como coalición sino como agrupación de electores, por lo que perdería su derecho a participar en los debates electorales y a disponer de espacios gratuitos de propaganda-, que promueve desde Bruselas el presidente de la Generalitat cesado.
Dos colectivos, respublica.cat y llistaunitaria.cat, han ido recogiendo adhesiones a lo largo de los últimos días en favor de una candidatura única, con el fin de recabar, antes del 17 de noviembre, 60.000 firmas que permitan presentarse al 21D.
Entre los impulsores de la lista se encuentran dirigentes históricos de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), como Pere Pugès o Jaume Marfany, así como el exsecretario de relaciones internacionales de CDC Víctor Terradellas y otras figuras del soberanismo como Miquel Sellarès o Miquel Strubell.
La iniciativa, según fuentes soberanistas, cuenta con apoyos en algunos partidos, especialmente en el PDeCAT, como el presidente de la Asociación Catalana de Municipios, Miquel Buch, o el exconseller de la Presidencia Francesc Homs, aunque también algunas figuras vinculadas a ERC han abierto la puerta a esta opción, como por ejemplo Lluís Llach, que el pasado martes tuiteó: "Definitivamente, si estamos casi todos, también estoy por la lista única".
Pese a las dudas que generaba en la dirección del PDeCAT la repetición de una fórmula unitaria como la de Junts pel Sí (JxSí) en 2015 -que aglutinó a la antigua CDC, ERC, Demòcrates, MES y perfiles independientes-, en los últimos días los dirigentes demócratas han ido adaptándose a la apuesta de Puigdemont y han dado un nuevo margen a la negociación con el resto de formaciones. Ayer, después de que los demócratas registraran su propia marca electoral "Partit Demòcrata-Pacte Democràtic (PDeCAT-PACTE)" para el 21D, la coordinadora general del partido, Marta Pascal, afirmó que su formación seguía pensando que la unidad del mundo soberanista en estas elecciones "es necesaria" y se mostró dispuesta a "explorar cualquier posibilidad para hacerla posible".
Aunque el acuerdo entre partidos sigue siendo complicado -la CUP no quiere compartir lista con el PDeCAT, mientras que ERC rechaza reeditar JxSí-, según las fuentes independentistas, está previsto que en las próximas horas se intensifiquen los contactos para buscar una fórmula de consenso, en un clima preelectoral que mueve a cada formación a ir con cautela para evitar aparecer como el factor que impide la unidad.
En este contexto, la presidenta del consell nacional del PDeCAT, Mercè Conesa, ha explicado en Twitter que se ha decidido cambiar la fecha de la reunión del órgano que preside -que preveía aprobar las listas electorales del partido este sábado- para darse más "tiempo". "Estoy convencida de que el esfuerzo por una candidatura unitaria y de país valdrá la pena", ha afirmado Conesa para justificar el aplazamiento -avanzado por Nació Digital- de la reunión del consell nacional del PDeCAT.
ERC, que sí ha convocado para el sábado una reunión de su consell nacional, dio por hecho el pasado martes que no era posible pactar una candidatura unitaria, por lo que los republicanos ya se preparan para concurrir con su propia lista, encabezada por Oriol Junqueras, ahora en la cárcel junto a otros siete consellers cesados.
Según las fuentes consultadas, los republicanos plantearán una propuesta al PDeCAT y a la CUP para buscar fórmulas de coordinación que garanticen la unidad de acción. Sobre la mesa sigue habiendo la posibilidad de que los partidos se presenten con listas separadas pero con puntos programáticos compartidos y un identificador común junto a las siglas de cada uno.
Por su parte, la CUP celebrará el domingo una asamblea en Granollers (Barcelona) para elegir entre cuatro opciones: no acudir al 21D, apoyar una "lista blanca" con personalidades de la sociedad civil catalana y sin políticos en activo, un frente de partidos de la izquierda soberanista o presentarse en solitario.