Han pasado 40 años desde el histórico golpe de Estado del 23-Fen el Congreso de los Diputados, pero los detalles del asalto siguen sin conocerse décadas después.
Todavía hay documentos y grabaciones de llamadas telefónicas que no se han desvelado, y que permanecen clasificados como secretos de Estado. El motivo, una ley de 1978 que custodia esos secretos y que supone toda una ley búnquer.
¿Dónde se encuentran los documentos?
Buena parte de esta información está en la transcripción del juicio oral por el fallido 23-F. El escritor Roberto Muñoz lleva 25 años revisándolo para conseguir descifrar qué ocurrió en el Congreso de los Diputados aquel día.
Según sus hallazgos, Muñoz cree que el golpe de Estado se gestó en una semana. "Hay un conjunto de documentos que permitirían entender muy bien cuál era el objetivo de ese golpe de Estado y las operaciones previas", explica a Antena 3 Noticias.
Pero más allá de la clasificación de los archivos del 23-F, otra de las incógnitas es la localización de los documentos. "Se guarda en el Centro Nacional de Inteligencia y hay información en Moncloa·, señala a este medio el profesor de Derecho de la Información de la UCM, Manuel Sánchez de Diego.
Una información clasificada que divide a la clase política
Ningún Gobierno en democracia ha tramitado una ley para desclasificarlos, algo que reinvidica el PNV desde hace tiempo. "Hay tanto clasificado, que no saben exactamente qué es lo que hay", denuncia Aitor Esteban (PNV).
La petición es secundada por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y los partidos independentistas. "No puede ser que exista una ley de secretos oficiales mediante la cual se pueda ocultar a los ciudadanos lo que pasó realmente", opina Iglesias. En cambio, los socialistas del Ejecutivo consideran que ya se ha publicado toda la información suficiente.
Una sentencia del Tribunal Supremo acordó mantener los documentos del 23-F en secreto durante 25 años después de la muerte de los procesados o 50 años tras el golpe de Estado, un plazo que podría cumplirse en 2031.
Hasta entonces, los misterios del 23-F seguirán siendo un secreto para los españoles.