Los toreros esperan que las autoridades catalanas acaten la sentencia

En la última corrida de toros celebrada en Cataluña, el torero Serafín Marín llevó en su capote una palabra: Libertad. Una libertad recuperada ahora, según dice, tras la sentencia del Tribunal Constitucional. El torero que hace 6 años lloraba de impotencia en el Parlament de Cataluña, espera que ahora se respete la decisión del alto Tribunal.

Para muchos taurinos esto es sólo un primer paso, en una lucha en la que esperan que todos acaten y cumplan el fallo del Constitucional. Y que con esta sentencia se abra la puerta para el regreso de otros festejos taurinos.

En el otro lado, los antitaurinos esperan que el Tribunal Constitucional de marcha atrás. En cualquier caso, lo único claro es que esta decisión parece sólo un capítulo más de una faena aún muy larga.