Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, se lo habría comentado en la cárcel a sus más íntimos: la eventualidad de que el sindicato pudiera retirarse de los tribunales y abandonase cerca de un centenar de causas en que están implicados los servicios jurídicos de ese pseudo-sindicato. La de mayor impacto sería sin duda la del caso Nóos.
La abogada de Manos Limpias en el proceso en Palma, Virginia López Negrete, acusa en solitario a Cristina de Borbón de colaborar en dos delitos fiscales. La letrada ha comentado que no tiene ninguna constancia de que se vaya a retirar ninguna acusación y menos ésta.
Desde Manos Limpias en Andalucía lo han dicho también. El coordinador general de la organización en esa comunidad, Arnaldo Fernández Calderón, ha asegurado que el sindicato seguirá personado como acusación popular en todas las causas en las que está presente, incluido el caso Nóos.
Los abogados de Cristina de Borbón no se acaban de creer las negativas de López Negrete o Fernández Calderón, y ya analizan lo que harían si Manos Limpias se fuera del juicio que tiene a Iñaki Urdangarín y Diego Torres como principales encausados. Lo más probable sería solicitar una indemnización.
"En ese caso pediríamos una condena en costas para Manos Limpias obviamente. No se van a ir de rositas después de tres meses de juicio y todo el perjuicio y daño que han causado a la infanta", asegura su abogado Pau Molins.
Mientras se despejan o confirman estos rumores, han empezado a declarar ante el juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional los nueve detenidos en la operación contra Manos Limpias y contra Ausbanc, detenidos la semana pasada por la policía y puestos luego en libertad tras prestar declaración.
