El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha abordado los terribles acontecimientos ocurridos en las últimas horas por parte del grupo terrorista DAESH (nombre que pide utilizar el Gobierno para referirnos al Estado Islámico). El grupo yihadista IS distribuyó este martes un vídeo en el que mostraba cómo había quemado vivo al piloto jordano Muad al Kasaesbe. A modo de respuesta, Jordania informaba a primeras horas de este miércoles de que había ejecutado a la terrorista que el IS exigía liberar y a otro preso vinculado a Al Qaeda.
García Margallo ha afirmado que "DAESH es un fenómeno nuevo" y ha explicado que "desde el primer momento lo que ha intentado, y ha conseguido, es transmitir una imagen de terror y buena parte de sus éxitos se deben a esta estrategia".
El ministro ha establecido una diferencia fundamental entre el Estado Islámico y los grupos terroristas que conocemos hasta el momento, basada en la cobertura territorial. "España ha sufrido durante 50 años un terrorismo interno que era ETA, luego vimos a los talibanes que eran unas tribus afganas circunscritas a un lugar. Al Qaeda era un fenómeno fundamentalmente árabe circunscrito también a muy pocos países, pero DAESH está en 130 países, recluta gente en 130 países, se financia en 130 países y amenaza a todo el mundo".
Margallo ha añadido además que "seguridad y terrorismo es el fenómeno más grave que la humanidad enfrenta desde 1945". Pese a los últimos atentados acontecidos en Francia a principios de año, el ttular de Exteriores ha establecido tres líneas de fuego en esta guerra que libra el Estado Islámico. "Los enemigos fundamentales son los llamados gobiernos herejes que son gobiernos islámicos que no comparten su visión del Islám, luego viene los gobierno infieles que somos los occidentales y después el estado de Israel y los judíos".
Sobre la crisis económica
García-Margallo ha vuelto a pronunciarse alto y claro sobre lo que él considera que ha ocurrido en Europa durante la crisis económica. El ministro ha confesado que siempre ha sido "contrario a una austeridad extrema que no fuese acompañada de una cierta solidaridad europea con obligaciones europeas y de planes de crecimiento", pero se justifica "estábamos saliendo de una enfermedad muy grave".
"Hemos achicado el agua y estamos comenzando a navegar"
Margallo ha vuelto a recurrir a la herencia recibida para justificar las medidas adoptadas por el gobierno de Rajoy en estos últimos años. "Heredamos una situación dramática" ha dicho, "y ante esa enfermedad hay que hacer una terapia de choque que ha sido y está siendo muy dolorosa".
El ministro ha reivindicado en Espejo Público la necesidad de un gobierno económico europeo: "Mientras no tengamos un Gobierno económico como Dios manda, y no lo tenemos, el único instrumento potente en estos momentos es el BCE" y sobre esta institución ha añadido que siempre ha creído que "el BCE debía haber sido infinitamente más activo en la crisis. Creo que el BCE ha jugado un papel muy inferior al jugado por la Reserva Federal en EEUU, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón".
Este organismo económico tendría a su juicio varias obligaciones: " Controlar y vigilar los presupuestos y las reformas de todos los estados miembros de forma mucho más decidida que ahora, porque ya hemos visto que lo que pasa en un país repercute en todos, hay que emitir obligaciones europeas y hay que poner en marcha en el presupuesto europeo partidas para el crecimiento".
Sobre el nuevo gobierno de Grecia
Tsipras está de gira europea para recabar apoyos antes de exponer sus propuestas a Europa. García Margallo ha querido dejar claro que "nuestra situación no tiene nada que ver con Grecia. Otra cosa es, que si hay una catástrofe en Grecia le afecte a todo el mundo", pero ha defendido de nuevo que "los cimientos de la economía que se han sustentado este año son muy sólidos".
Preguntado por cuál es su opinión ante las ideas de Syriza, Margallo ha calificado de "inimaginable" la idea de una quita a la deuda helena ya que "nosotros no podemos condonar el dinero que no es nuestro, que es el dinero de los contribuyentes" y es que el ministro ha cifrado en que la quita que pedía Tsipras supondría que cada contribuyente perdiera 600 euros.
Margallo se ha mostrado partidario de "buscar una solución qe sea buena para el conjunto de Europa, porque cuando Europa va bien España va bien y al revés".
