Mariano Rajoy ha escogido el Salón de Tapices del Palacio de la Moncloa para comparecer ante la prensa con el fin de hacer balance de su primer año de gobierno, y ha sido de pie, ante un atril. Su discurso aludiendo a la ya gastada "herencia recibida" y afirmó que "nunca imaginamos que encontraríamos semejante deterioro". El jefe del Ejecutivo se escudó en las deudas adquiridas al entrar en Moncloa para explicar que "nos obligaron a realizar inmediatamente" medidas dirigidas a los gastos e ingresos "para compensar desajustes de 30.000 millones de euros".
"Se ha llevado a cabo la más intensa agenda de reformas"
Con esta premisa ha justificado las medidas emprendidas en este primer año de Gobierno y entre las que ha llamado la atención hacia las centradas en los pensionistas y funcionarios. Sobre estos últimos por "el gran esfuerzo" que se les ha pedido y sobre los primeros por no haber "podido revalorizar sus pensiones como hubiésemos deseado".
Tampoco ha esquivado dos cmapos que protagonizan las últimas polémicas contra el Ejecutivo, la educación y la sanidad. Y ha asegurado que todas las decisiones al respecto se han adoptado para mantener "un sistema público, universal y de calidad". Además ha añadido que que "el estado de las cuentas no permitía mantener el sistema sin hacer reformas".
Rajoy ha vuelto a calificar de "dolorosas" algunas de las medidas adoptadas pero asegura "hemos intentado ser equitativos" y ha admitido que durante este año se ha llevado a cabo "la más intensa agenda de reformas que haya podido haber en España". Para el Presidente estas medidas sientas las bases "para un crecimiento estable y sostenible de nueva economía en el futuro", y reitera ser consciente de haber pedido "un esfuerzo muy grande a los españoles".
Frente a este pesimismo el líder popular ha intentado avanzar síntomas optimistas y aseguró que su partido espera que la economía española "empiece a mejorar en la segunda mitad de 2013". Menos aventurado se ha mostrado a la hora de asegurar si España cumplirá este año sus objetivos de déficit y se ha limitado a destacar "el esfuerzo importante" realizado y que hasta que no se tengan datos no puede contestar a esa pregunta. Sobre lo que sí ha insistido es en la idea de que el Ejecutivo no tiene previsto "a día de hoy" pedir el rescate, si bien no descarta hacerlo en el futuro si fuera necesario.
Preguntado sobre Cataluña, Mariano Rajoy se ha mostrado dispuesto a "dialogar lo dialogable" bajo el marco constitucional con Artur Mas, además de afirmar que el principal problema de España no es Cataluña, "España tiene muchos problemas en este momento, probablemente el que afecte a más españoles es el paro". Rajoy ha puntualizado que "tiene la mano tendida al consenso".
Horas antes de esta comparecencia el nuevo Govern se mostraba partidario al diálogo con el Ejecutivo central y las primeras decisiones catalanas llegaban pidiendo una flexibilización del déficit, algo a lo que Rajoy a contestado que no está dispuesto.