Las autoridades marroquíes han dejado en libertad a los dos detenidos por su supuesta implicación en los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) y solo mantienen arrestado a un tercer hombre que pretendía atentar contra la Embajada de España en Rabat.
En una entrevista, Abdelhak Jiam, director de la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ, siglas en francés), máximo organismo antiterrorista, señaló que la policía marroquí practicó dos detenciones, en Casablanca y en Uxda, a personas que en algún momento se habían relacionado con los integrantes de la célula terrorista de Cataluña.
En Casablanca, la policía marroquí detuvo a un hombre que fue repartidor de bombonas de gas butano, y que residió en el domicilio de Ripoll (Gerona) donde podría haber vivido o tenido una estancia temporal Youness Abouyaaqoub, quien conducía la furgoneta del atentado de Barcelona.
Sin embargo, y tras "unos interrogatorios muy estrictos", se demostró que no había elementos incriminatorios y los pusieron en libertad.
Queda detenido otro hombre sin relación directa con aquellos ataques pero que elogió públicamente, en un foro de internet, el atentado de Barcelona, y que fue arrestado en la localidad de Nador (vecina de Melilla). Se radicalizó en un periodo muy rápido, patrón habitual que se repite entre los yihadistas detenidos en Europa. Regresó a Marruecos porque "no quería seguir viviendo en un país impío" y juró lealtad a Daesh, por su acrónimo árabe.
Actualmente está siendo interrogado en la sede del BCIJ en Salé, junto a Rabat, donde la policía trata de desentrañar las identidades de los contactos con los que chateaba en las redes sociales, dado que la mayor parte de ellos usan "alias". El detenido ha confesado que proyectaba atacar la Embajada de España en Rabat, además de comisarías de policía y lugares turísticos que Jiam no precisó.
Con respecto a si el proyecto de atacar la embajada y los demás blancos estaba avanzado, el director del BCIJ dijo que había entrado en contacto con "expertos operacionales" del Daesh para poder llevar a la práctica sus planes, pero no confirmó que tuviera armas o sustancias en su poder. Jiam insistió en que los servicios de seguridad marroquíes intercambian "a diario" información sobre yihadistas con sus colegas de varios países europeos, pero entre todos ellos resalta la colaboración con España, con la que la relación es modélica, como vienen repitiendo los responsables marroquíes y españoles en los últimos años.
Sobre los atentados, el dirigente antiterrorista se preguntó: "¿Cómo es posible que la policía española no hubiera advertido nada? ¿No llamaba la atención la mezquita de Ripoll? ¿Y los imanes, no están controlados?... Y yo que creía que tras los atentados de Madrid en 2004 los amigos españoles habían comprendido muchas cosas...", añadió. Jiam resaltó el hecho de que los integrantes de la célula española fueran jóvenes crecidos y criados en España y que "no estaban inmunizados contra el radicalismo"; preguntado por el significado de la "inmunización", explicó que eso no habría sucedido en Marruecos.
"Aquí los jóvenes son inmunizados de varias formas, pero principalmente con el control del ámbito religioso, que ha dado muchos frutos, principalmente la desaparición de las mezquitas anárquicas y el control de contenidos de los sermones", explica. Sobre el alto número de jóvenes marroquíes residentes en Europa que se convierten en yihadistas, sostiene que se radicalizan "bien porque sufren marginación, bien porque el ámbito religioso en el que viven está fuera de control, cosas ambas muy graves".
Y sobre los 1.600 marroquíes que desde su país se han sumado a las filas del Daesh o grupos afines en Siria e Irak, Jiam señala que se trata de jóvenes que ni siquiera pisan las mezquitas y que se han adoctrinado en internet. Según las últimas cifras actualizadas, el BCIJ ha desmantelado 46 células terroristas entre marzo de 2015 (fecha de su creación) y hoy, y ha detenido a un total de 692 sospechosos de terrorismo yihadista, de los que 81 lo fueron al regresar de la yihad en Siria o Libia y 42 expulsados desde terceros países.