Marruecos España

La prensa oficial marroquí pide hacer un frente común contra España, a la que califica de enemigo exterior

La salida durante esta madrugada, en un avión medicalizado, del líder del Frente Polisario aumenta todavía más la tensión entre Marruecos y España

Personal de confianza de Brahim Gahi es escoltado por la policía a la entrada del aeropuerto de Pamplona en Noáin. El avión medicalizado que traslada a Argel al líder del Frente Polisario, ha despegado este miércoles del aeropuerto español de Pamplona rumbo a la capital argelina

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Brahim Gali abandonó España esta madrugada en un avión medicalizado y fletado por Argelia, que despegó desde el aeropuerto de Pamplona horas después de que el líder del Polisario declarase ante la Audiencia Nacional y el juez Santiago Pedraz rechazase retirarle el pasaporte o tomar medidas cautelares contra él.

Una maniobra que no ha sentado nada bien en Rabat, que ayer mismo volvió a difundir un comunicado, el tercero en 24 horas, en el que aseguraba que España estaba usando el problema de los inmigrantes menores no acompañados como "coartada" en la crisis diplomática entre ambos países. La prensa oficialista del régimen ha hecho un llamamiento a "crear un frente común contra España", a quien han tachado de "enemigo exterior".

Rabat considera que España "ha facilitado la escapada" de Gali a Argelia. Marruecos estaría ahora tomando la decisión de cómo responder. Todo apunta a una invitación al embajador español para que abandone el país.

Advertencia de Rabat

En el comunicado publicado ayer, Rabat aseguró que "las autoridades marroquíes se reservan el derecho de aportar, en el momento oportuno, las respuestas adecuadas a las acusaciones infundadas del Gobierno español", una suerte de amenaza parecida a la del pasado 8 de mayo antes de que se produjera la llegada masiva de migrantes a Ceuta.

El vuelo en el que Gali ha abandonado el país no es el mismo del martes por la mañana, que despegó desde Argelia pero tuvo que darse la vuelta a la altura de Ibiza por no contar con los permisos necesarios.

La supuesta entrada ilícita de Gali en España es lo que ha sublevado a Marruecos, que en distintas ocasiones ha acusado a España de "actuar por la espalda" por haber permitido la entrada fraudulenta y con documentos falsos de Gali. A lo que el Gobierno español ha sostenido que Gali entró legalmente, con un pasaporte diplomático argelino pero que se inscribió en el hospital con un nombre falso.