Más de 1.500 migrantes han sido enviados a la península en traslados puntuales y discretos bajo control policial desde que se inició la crisis en Canarias por la llegada de pateras y el hacinamiento en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria), según han informado fuentes policiales. Según los datos del Ministerio del Interior, desde septiembre han llegado a Canarias más de 12.800 migrantes en un contexto de crisis que ha llevado al titular de la cartera, Fernando Grande-Marlaska, a viajar a Rabat para entrevistarse con su homólogo marroquí. Pero para el Gobierno de Canarias son otras las cifras, varios miles, puesto ya solo quedarían en las islas la mitad aproximadamente de los casi 18.000 que han llegado este año.
Reacción tras las peticiones de dimisión
Para la policía se trata de traslados puntuales a la Península priorizando entre los migrantes a aquellos que tienen perfiles de protección internacional y de colectivos vulnerables, según las citadas fuentes. Diferentes colectivos sociales llevan semanas pidiendo que se aceleren estos traslados a la Península para aliviar la situación de insalubridad que sufren las 2.000 personas que aguardan en el muelle de Arguineguín en Canarias. El Gobierno ya ha autorizado el traslado de unos 400 migrantes desde aquí al campamento militar levantado en Barranco Seco. El Ministerio del Interior ordenó el envío a la zona de dos grupos de 'antidisturbios' de la Unidad de Intervención Policial (UIP) como refuerzo para hacer frente a la presión de la inmigración en Canarias. Autoridades locales y también partidos de la oposición han solicitado la dimisión de los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Migraciones, José Luis Escrivá -que ha viajado a Canarias con el titular de Transportes, José Luis Ábalos-, por la deficiente asistencia a los migrantes, que han llegado a deambular durante horas por las islas Canarias al estar colapsados los sistemas de acogida. Marlaska ha ido a Marruecos para intentar agilizar el que el país vecino acepte a los migrantes de vuelta y colabore para evitar el incremento del tráfico de cayucos en Canarias. Dificultado tras la toma de postura de Podemos y el vicepresidente Iglesias sobre el Sáhara. La ministra de Asuntos Exteriores, González Laya, se ocupa de otro país fundamental en la repatriación, Senegal.