Hasta 90 medios de comunicación y más de 300 periodistas se han acreditado para dar cobertura a la declaración como imputada de la Infanta Cristina, prevista para este sábado, lo que supone una treintena más de medios y un centenar más de informadores que en la primera comparecencia del Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, llevada a cabo en febrero de 2012, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).
Entre quienes acudirán a la cita judicial se encuentran numerosas emisoras de radio y televisiones europeas -francesas, portuguesas, suizas y alemanas), así como CNN, Al Jazzera y la televisión iraní, además de agencias internacionales del corazón.
Dado que la citación está señalada en sábado y las dependencias judiciales están cerradas al público, no se permitirá el acceso a los medios de comunicación al interior del edificio, si bien, tal y como ha recordado el TSJIB en un comunicado difundido este martes, se habilitará un espacio para los medios en el aparcamiento, junto a la puerta de acceso al inmueble, por la que entrará la Infanta una vez descienda la cuesta situada en la parte trasera del edificio.
Los periodistas que tengan previsto permanecer en el parking -dos por medio- accederán al mismo de acuerdo al orden previamente establecido por la máxima instancia judicial de las islas así como por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
De forma paralela, el decano del partido judicial de Palma, Francisco Martínez Espinosa, autorizó el pasado viernes que la hija del Rey don Juan Carlos baje en coche la rampa que da acceso a la puerta trasera de los Juzgados, una decisión para la que, aseguró, no ha recibido presión o instrucción alguna de la Casa Real.
"El hecho de que descienda la cuesta en vehículo y no a pie es absolutamente recomendable y estrictamente necesario", subrayó el decano de los jueces, teniendo en cuenta la "incuestionable trascendencia pública" de la Duquesa de Palma.
Martínez Espinosa adoptó esta decisión tras recibir un informe de la Policía Nacional en el que se recomendaba que la mujer de Urdangarin bajara en coche la cuesta a fin de velar por su seguridad, al tratarse de una persona de una determinada "categoría" y puesto que se trata de un acto "programado con anterioridad y de público conocimiento, de gran repercusión mediática, en una zona de actuación concreta y limitada".