El lider parlamentario de la CUP, Antonio Baños, se dirige a la tribuna de oradores

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ENDAVANT PROPONE MANTENER EL VETO

La militancia de la CUP tendrá que escoger entre cuatro opciones, dos de ellas favorables a Mas

La asamblea nacional de la CUP prevista para el día 27 será decisiva para desbloquear la negociación con Junts pel Sí. Los militantes tendrán que elegir entre cuatro escenarios: en dos de ellos se mantiene el rechazo a la investidura de Artur Mas, en uno se favorecería pese al desacuerdo político para evitar nuevas elecciones y en otro se aceptaría un acuerdo global de gobernabilidad.

La CUP decidirá en su asamblea nacional prevista para el día 27 en Esparreguera (Barcelona) entre cuatro escenarios posibles, dos de ellos favorables de investir al candidato de Junts pel Sí (JxSí), Artur Mas, como presidente y los otros dos en contra, aunque con diversos matices. El sistema de votación por el que ha optado el secretariado nacional de la CUP para decidir la postura final sobre la investidura y el nuevo Govern, según fuentes de esta formación, es bastante complejo y vuelve a situar a la militancia cupera en la disyuntiva de elegir entre cuatro escenarios, como ocurrió en la anterior asamblea celebrada en Manresa (Barcelona).

Los cuatro escenarios sobre los que se pronunciarán los militantes y simpatizantes de la CUP previamente inscritos para asistir a la asamblea de Esparreguera son: una opción A, que sería aceptar la propuesta de acuerdo político con el objetivo de avanzar hacia la creación de una república catalana. Esto se haría a partir de una hoja de ruta de desconexión institucional y de ruptura democrática, un plan de choque de emergencia social y un proceso constituyente popular y democrático que permitiría ampliar la base del proceso y, en consecuencia, aceptar un Consejo de Presidencia encabezado por Mas.

En una opción B, se rechazaría el Consejo de Presidencia encabezado por Mas y, por tanto, la propuesta de acuerdo político, y se agotaría el plazo de negociación para una presidencia de consenso con plan de choque, hoja de ruta para la ruptura y proceso constituyente con el objetivo de ampliar la base del proceso de creación de una república catalana. Así, se asumiría ir a unas nuevas elecciones, en el caso de que JxSí no presente una alternativa a la presidencia.

La opción C consistiría en rechazar la propuesta de acuerdo político de plan de choque, proceso constituyente, hoja de ruta para la ruptura, así como el Consejo de Presidencia. Se favorecería la investidura de Artur Mas con el objetivo de evitar unas nuevas elecciones, se desbloquearía la situación actual y se continuaría trabajando para ampliar la base del proceso y para la creación de una república catalana.

La opción D sería rechazar el Consejo de Presidencia encabezado por Artur Mas y, por tanto, la propuesta de acuerdo político. Se trasladaría a JxSí la responsabilidad de buscar apoyos más allá del grupo parlamentario de la CUP a través de su abstención en el pleno de investidura. Y en caso de que JxSí no obtuviese más apoyos, se asumiría ir a unas nuevas elecciones.

La propuesta del secretariado prevé que en la asamblea se vayan eliminando sucesivamente los escenarios menos votados y, además, se votarán individualmente los cuatro capítulos que están siendo negociados con JxSí, aunque en este caso puntuando del 0 al 5 los acuerdos alcanzados, y que son Plan de Choque, Proceso Constituyente, Hoja de Ruta para la desconexión y Estabilidad Parlamentaria. El sistema previsto comporta que, en el caso de que en la última votación sólo queden dos escenarios, ganará el que obtenga más votos, una vez descartados los nulos y los votos en blanco. La CUP ya ha empezado a enviar a la militancia la documentación que contiene la explicación de los cuatro escenarios y el desarrollo de la asamblea.

Endavant propone mantener el veto a Mas

Endavant, una de las corrientes internas más influyentes de la CUP, ha hecho público un documento en el que toma partido por mantener el veto a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat y rechaza el relato "impuesto desde el soberanismo convergente y desde determinadas voces mediáticas". Precisamente, el exdiputado de la CUP en el Parlament David Fernández publicó un artículo en el que sugería que la izquierda anticapitalista cediese dos de sus diez votos en la cámara catalana para hacer posible la investidura de Mas, en paralelo a un plan de choque social.

"El debate no es escoger entre nuestra alma nacional o nuestra alma social, ni planteamientos similares. He aquí la pregunta clave del debate: ¿investir a Artur Mas y continuar dando en exclusiva el mando político de la autonomía y del proceso a CDC nos acerca a la independencia de una parte de la nación o nos aleja?", se plantea Endavant, organización de la que forma parte, por ejemplo, la portavoz del grupo parlamentario de la CUP, Anna Gabriel.

El documento, de 24 páginas, llega a la conclusión de que no hay que "ceder todo el capital político independentista depositado en la CUP a un proyecto neoautonomista y de refundación de la derecha pujolista. Ni Mas ni CDC tienen ningún tipo de crédito ni solvencia en su defensa de la independencia nacional. Nunca lo han demostrado". "Proponemos un no a la investidura de Artur Mas y un no a que CDC continúe ostentando en exclusiva las palancas de mando del proceso. Esta posición creemos que no debe ser replanteable por un plan de choque rebajado y sin garantías de cumplimiento", añade el documento en clara contraposición a la propuesta de David Fernàndez.

El texto, difundido en plenas negociaciones entre JxS y la CUP, también subraya que "la palabra de la dirección convergente no tiene ningún valor" y advierte de que en estas conversaciones la izquierda independentista y anticapitalista "ha cedido hasta el límite, corriendo el riesgo de desdibujar su proyecto político". Según Endavant, a lo largo del proceso CDC ha ejercido un "chantaje permanente" al resto de actores independentistas, en el sentido de condicionar su viabilidad al hecho de que el partido de Mas continuara dirigiéndolo.

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