Hace exactamente un año, el 2 de junio de 2014, Mariano Rajoy anunciaba la abdicación del rey don Juan Carlos. A partir de ese momento, todos los españoles se pegaban a la televisión, la radio y los medios digitales. Nadie sabía qué iba a pasar a partir de ese momento porque no había precedentes.
De la Casa del Rey, sólo cinco personas sabían lo que iba a pasar, Rafael Spottorno, Alfonso Sanz Portolés, Jaime Alfonsín, Domingo Martinez Palomo y Javier Ayuso. Lo sabían Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaria, Alfredo Pérez Rubalcaba y un poco más adelante Felipe González.
Durante el último mes, las reuniones eran a diario y a ellas asistían muchas veces el Príncipe de Asturias y, a algunas, la princesa Letizia. En las dos últimas semanas, Don Juan Carlos llamó a Jose María Aznar y a José Luís Rodríguez Zapatero. A partir de ese momento, empezó a filtrarse la noticia. Aznar se lo dijo a Ana Botella y a Javier Zarzalejos y Zapatero a María Teresa Fernández de la Vega. El rumor empezó a circular.
Jesús Posada, actual presidente del Congreso de los Diputados, asegura que "todo el mundo se portó bien", cada grupo político de acuerdo con sus ideas, pero no hubo boicot. Reconoce que hubo un debate fuerte, que subió el tono en algunas de las intervenciones; no tanto en el tema de sucesión, sino en el dilema de Monarquía-República.
De suspender la Monarquía desde 2011, se ha pasado a una valoración del rey Felipe VI por encima del notable alto. Un experto en comunicación como es Borja Puig de la Bellacasa, no cree que se deba cantar victoria con la subida en los sondeos de la figura de Don Felipe, sino que piensa más bien que el Rey debe tener mucho cuidado, porque todavía no se ha ganado nada.
La transformación de Letizia
Letizia se dejó jirones de su propia piel en los primeros tiempos en La Zarzuela. Tuvo conductas "completamente inapropiadas", como el aislarse en la recepciones o el ningunear a unos invitados a los que apenas se dirigia. Cambió radicalmente al saber que iba a ser Reina. Su transformación ha sido espectacular y ahora está en una etapa de plenitud de su propia vida.