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Coronavirus
Muere por coronavirus el último republicano español que liberó París en la Segunda Guerra Mundial
Rafael Gómez, un almeriense que formó parte de la Nueve, la compañía de republicanos españoles que entraron los primeros en París, tras liberarla de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, ha fallecido como consecuencia del coronavirus en Estrasburgo.
A los 99 años y sin cumplir su último sueño, festejar los 100 con una gran comida, falleció en Estrasburgo Rafael Gómez, el último combatiente de la Nueve, la compañía de republicanos españoles que lideró la Liberación de París en 1944, por complicaciones del coronavirus. Gómez, nacido en Adra (Roquetas de Mar, Almería) en 1921, llevaba ingresado tres días en un hospital de esta zona del este de Francia, la más golpeada del país por la pandemia de la COVID-19. "Aseguraba que iba cumplir los 100 y que daría una gran comida para sus hijos y algunos amigos, es decir, se sentía con fuerza suficiente todavía. Hasta hace muy poquito que se estropeó el pie todavía salía con su coche para ir a la compra él mismo, era muy independiente", comentó la amiga de la familia Evelyn Mesquida, autora del libro 'La Nueve: los españoles que liberaron París".
Muchos años en el olvido
Gómez y sus compañeros se resignaron a vivir -muchos de ellos hasta el final de sus días- con un sentimiento de traición: España los dejó atrás y Francia, por la que habían dado su vida, pronto olvidó la ayuda que le habían brindado. "Cuando los conocí en los años 90, ni siquiera habían recibido la Legión de Honor. Él siempre decía que, cuando había problemas, siempre mandaban a La Nueve en primera línea, pero después no supieron reconocerlos", cuenta Mesquida. Pese a que el 24 de agosto de 1944, cuando las primeras avanzadillas de la Francia Libre entraron en París, fue un día de júbilo en la capital, la labor de la Nueve cayó en el olvido. Su misión empezó a ser reconocida hace poco más de una década cuando, paulatinamente, Francia comenzó a rendirles homenaje por el trabajo de recuperación de investigadores como Mesquida y asociaciones como 24 août 1944, formada por hijos de exiliados españoles. En 2015, los jardines adyacentes al ayuntamiento de París fueron bautizados con el nombre de esta división y, recientemente, en agosto de 2019, un mural de la ciudad fue pintado en su honor.
Dos guerras
Al estallar la Guerra Civil en España, Gómez puso rumbo a Cádiz, después a Madrid y por último a Barcelona, donde con apenas 16 años entró en la llamada Quinta del Biberón. En 1939, al caer Barcelona, atravesó los Pirineos junto a su padre para llegar a Francia. Ambos fueron encerrados en campos de concentración donde sufrieron el hambre, los piojos, el maltrato y la humillación, hasta que unos familiares residentes en Orán los reclamaron y, pagando el traslado, se los llevaron a Argelia. Allí trabajaron como zapateros hasta que en noviembre de 1942, Gómez se enroló de nuevo en la Legión extranjera, cuando los estadounidenses llegaron al norte de África. Tras desembarcar en Normandía en junio de 1944, Gómez combatió en las filas de la Francia Libre hasta el verano de 1945. Entonces volvió a Argelia, antes de formar una familia y establecerse definitivamente en las afueras de Estrasburgo, donde vivió el resto de su vida. Mesquida recuerda que Gómez tardó tres años en brindarle su testimonio, decisión que tomó únicamente por salvar la memoria de la Nueve, pues no quería recordar todo el sufrimiento que había vivido. Ni siquiera hablaba en español con su familia, por temor a que sus hijos pudieran ser señalados como extranjeros y ser humillados. Hace poco, ellos decidieron por iniciativa propia aprender español, en reconocimiento a su padre. "Menos mal que en los últimos años, estos hombres recibiron reconocimiento, poco a poco, porque todavía no es total en España. Gómez no llegó a volver a Roquetas de Mar", comenta Mesquida. Durante los últimos años, Gómez puso rostro a las decenas de miles de hombres de a pie que combatieron convencidos de dar su vida por la que era para ellos la causa más justa, la libertad.
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