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tienen cinco días para pronunciarse

El tribunal que juzga el procés impone 2.500 euros de multa a Baños y Reguant por negarse a contestar a Vox

La obligatoriedad de los testigos a contestar a las preguntas de todas las partes personadas en un procedimiento judicial está regulada en el artículo 420 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y puede ser penado con hasta un año de cárcel o una multa de hasta 18 meses por un delito de desobediencia.

El tribunal que juzga el proceso independentista en Cataluña ha acordado este miércoles la imposición de una sanción de 2.500 euros para cada uno de los exdiputados de la CUP que se han negado a responder, Antonio Baños y Eulàlia Reguant, a las preguntas que le iba a realizar el abogado de la acusación popular ejercida por Vox, lo que es obligatorio para los testigos.

Según han informado fuentes jurídicas, los exdiputados tienen cinco días para pronunciarse y comunicar al tribunal si persisten en su decisión de no contestar. Si se retractan, volverán a ser citados otro día; en caso contrario, se deducirá testimonio de su comportamiento por un delito de desobediencia grave, lo que consiste en remitir a un juzgado ordinario de Madrid las actas de la sesión. Será este juez el que decida si abre una investigación.

La obligatoriedad de los testigos a contestar a las preguntas de todas las partes personadas en un procedimiento judicial está regulada en el artículo 420 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) y, según fuentes jurídicas, puede ser penado con hasta un año de cárcel o una multa de hasta 18 meses por un delito de desobediencia.

La decisión en el caso de Baños, que ha obligado al tribunal a parar la sesión durante unos minutos, se ha tomado después de que éste se haya mostrado también en contra de una solución inédita con la que el presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, ha tratado de salvar la situación, proponiéndole que contestara a las preguntas del abogado Javier Ortega Smith, pero replicadas por el propio juez.

Todo ha comenzado cuando Baños ha entrado en el Salón de Plenos --al pasar al lado de los acusados ha estrechado la mano a Jordi Cuixart y ha hecho un gesto en el hombro de Josep Rull-- y se ha sentado a la mesa reservada para los comparecientes, frente a los siete magistrados del tribunal. Allí, ha dado sus datos sobre su situación personal y a continuación el presidente le ha informado de que debía contestar en primer lugar a las preguntas de la acusación popular porque es ésta la que solicitó su declaración.

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