El Obispo de San Sebastián pide a las víctimas de ETA que oren "por la conversión de sus verdugos"

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha oficiado hoy su primera Eucaristía "conjunta" por las víctimas del terrorismo, que deben ser "protagonistas destacadas" del fin de ETA y de "un futuro de esperanza", y a quienes ha pedido que recen por la conversión de "los verdugos".

Familiares de víctimas asesinadas por la banda terrorista, como Pilar Elías, Inmaculada Iruretagoiena, Silverio Velasco y Cati Romero, han acudido a esta misa, celebrada a mediodía en la catedral del Buen Pastor de San Sebastián, y a la que también han asistido el delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo.

Cati Romero, del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, ha dicho a los periodistas que ésta era "una ceremonia necesaria" y que para las víctimas "es grato que los representantes de la Iglesia estén cerca, al lado" de ellas.

Ha explicado que, desde la fundación de Covite en 1998, es la segunda vez que tiene lugar una Eucaristía colectiva por las víctimas en la capital guipuzcoana, tras la celebrada en 2000 por el párroco del Buen Pastor durante la etapa como obispo de José María Setién.

Al comienzo de la misa, Munilla ha recordado a los que "el terrorismo, alimentado por la ceguera social, negó el derecho a la vida". "Y que Dios perdone a los que por acción u omisión pudimos pecar por aquellos a quienes hoy recordamos", ha señalado.

En la homilía, ha pedido a las víctimas que oren "con fe y esperanza" por "la conversión" de quienes han sido sus "verdugos". "Será una oración heroica que contribuirá en gran medida a la sanación de vuestras heridas", ha afirmado.

El prelado donostiarra ha señalado que la de las víctimas será "una oración eficaz", si bien "quedará siempre condicionada al misterio de la respuesta de la libertad del hombre". Ha señalado que "el misterio del mal" puede tener el efecto de hacer sufrir a las personas "como víctimas inocentes", pero también uno "todavía más grave: lograr que la víctima llegue a contaminarse moral o espiritualmente con el mal que injustamente está padeciendo".

"Que el sufrimiento que habéis padecido y continuáis padeciendo, no os impida conocer y experimentar la bondad de Dios, la confianza en el prójimo y la esperanza en un futuro mejor", ha añadido.