Actualmente era, según el Ministerio del Interior, el responsable de reclutar nuevos miembros para reforzar las filas de la banda terrorista. Nacido en Rentería el 8 de julio de 1981, su primera detención por actos de 'kale borroka' se remonta al año 2000.
Desde muy joven, ocupó un lugar destacado como "dinamizador" de los actos de violencia callejera en la provincia de Guipúzcoa. En abril de 2008, Gurruchaga consiguió huir de una operación puesta en marcha por la Policía Nacional en la que fueron detenidos diez jóvenes, supuestos autores de los principales actos de violencia callejera cometidos desde 2005 en Oiartzun, Lezo y Rentería, su pueblo natal.
Este grupo tenía como misión la realización de atentados mediante la confección y lanzamiento de artefactos explosivos e incendiarios contra las Fuerzas de Seguridad, edificios oficiales, sedes de partidos políticos, entidades bancarias, estaciones y unidades de ferrocarril, transportes públicos y mobiliario urbano.
Tras su huida y en situación de busca y captura, en diciembre de 2008 comunicó públicamente su ingreso en ETA junto a otros nueve jóvenes en una declaración remitida a los diarios Gara y Berria.
El comunicado, escrito en euskera, estaba firmado por "hamar euskal herritar" (diez ciudadanos vascos), que se presentaban como "militantes de la izquierda abertzale" y que aseguraban haberse visto obligados a ingresar en la banda terrorista por "la ofensiva represiva y la situación antidemocrática" que, aseguraban, vive el pueblo vasco.
Gurruchaga ya huyó de la Policía en una operación que acabó con diez jóvenes detenidos
Unos meses después, en julio de 2009, las Fuerzas de Seguridad situaron ya a Gurruchaga en el 'aparato militar' de ETA. No en vano, su fotografía aparece ya en la lista de los terroristas más buscados, sospechoso de haber participado en la ofensiva de ETA de ese verano, con la explosión de una furgoneta-bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de Burgos, que no causó víctimas pero sí importantes daños materiales, y el asesinato de dos guardias civiles en Mallorca, unos días después.
Una oleada de atentados que coincidió con el 50 aniversario de la fundación de ETA, el 31 de julio de 1959. Junto a Gurruchaga, aparecían como sospechosos otros cinco terroristas muy jóvenes y sin apenas historial: Itziar Moreno Martínez, Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, Alberto Machain Beraza, Joanes Larretxea Mendiola e Iván Saez de Jáuregui Ortigosa.
Su hermano Egoitz también fue miembro de ETA y falleció en septiembre de 2002 junto al también etarra Hodei Galarraga, en la explosión fortuita de un vehículo cargado con explosivos en el barrio bilbaíno de Basurto. Al parecer, la explosión se produjo debido al mal estado de la dinamita que portaban en el coche.
Antes de su muerte, Egoitz Gurruchaga Gogorza ya había sido condenado por colaboración con ETA, organización a la que facilitó informaciones de miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y del PP.