Las declaraciones de Otegi, que según el diario fueron realizadas por escrito desde la cárcel, en la que permanece desde octubre de 2009, se producen en un momento en el que se espera un comunicado del grupo terrorista en el que podría anunciar su abandono definitivo de las armas.
Sin embargo, Otegi, al que el diario identifica como "un negociador clave en las conversaciones de paz mantenidas con el Gobierno español en el pasado", no llega a confirmar que ETA esté preparando el anuncio para terminar con 42 años de violencia, pero sugiere que "próximos acontecimientos" -que no especifica-, aumentarán la presión al Gobierno para negociar el final del conflicto vasco.
Según el diario, el líder la izquierda 'abertzale' aseguró que en cualquier caso, su movimiento rechaza ahora "cualquier violencia como forma de conseguir objetivos políticos".En opinión del periódico, las declaraciones de Otegi representan "uno de los más fuertes indicios tenidos hasta ahora de que el terrorismo vasco podría estar llegando a su fin".
Otegi afirma también que le parecería lógico "que el Gobierno español pidiese garantías para preservar la seguridad de sus ciudadanos" y agrega a este respecto: "estamos dispuestos a proveer de tantas garantías como sean necesarias para demostrar que nuestra postura es firme e irreversible".
El Journal indica que Otegi no especificó de qué garantías habla, pero afirma que "los partidarios de ETA han dado a entender que están dispuestos a someterse a la supervisión de observadores internacionales, como hizo el Ejército Republicano Irlandés durante el proceso de paz en Irlanda del Norte". The Wall Street Journal indica que el gobierno español ha declinado comentar sobre las declaraciones de Otegi, pero recuerda que "recientemente rechazó las declaraciones de ETA y sus partidarios por insuficientes".
El diario menciona que "ETA ha matado a 829 personas durante una campaña de cuatro décadas de violencia en búsqueda de una patria independiente vasca en el norte de España y el suroeste de Francia. Está clasificada como una organización terrorista por los EEUU, España y la Unión Europea".
El último proceso de paz fracasó en diciembre de 2006, lo que, según el diario, "fue un golpe para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien había apostado gran parte de su capital político en un acuerdo de paz de ETA".Pero a pesar de su fracaso, agrega, "el esfuerzo ahora parece haber reforzado al Gobierno, dado que muchos vascos culparon a ETA de la ruptura. Eso parece haber erosionado el apoyo a ETA y sus aliados políticos entre la población vasca".
El diario, en el mismo artículo, cita a "críticos de ETA" como Mikel Buesa, un "activista anti-ETA y ex político vasco", que aseguran que lo que tratan ahora es de estar en las elecciones municipales de mayo de 2011. Quieren, dice Buesa, "acceder a la financiación local, al control de los presupuestos municipales y atraer respaldo electoral para justificar su lucha" dejando de lado la ley española que prohíbe que los partidarios de ETA puedan presentarse a cargos públicos.El diario explica que Otegi está en la cárcel "por tratar de reconstituir el brazo político de ETA, que fue declarado ilegal en 2003".