El líder de Podemos, Pablo Iglesias, afirmó en Bolivia que "España nunca ha sido uninacional" y esa realidad es una fuente de problemas políticos que deben resolverse con técnicas de Estado y soluciones complejas.
Iglesias habló del tema durante una conferencia compartida con el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, sobre 'Cambio Político y Revolución', pronunciada la noche del viernes en la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de Cochabamba (centro). "España nunca ha sido uninacional, no lo ha sido porque históricamente no se configuró como una nación con una sola cultura, una sola lengua, una sola legalidad. En España ha existido la foralidad desde siempre", afirmó Iglesias.
Explicó que "el problema político fundamental" es que una parte de los ciudadanos, que pertenecen a una comunidad y se sienten nación en Cataluña, "quieren irse de España". Al frente de ellos, agregó, existen partidos políticos que ven a España como "una sola nación, que se identifica con su rey" y que rechazan hablar con quienes quieren dejar el país. Al contrario de esa visión, subrayó que desde el siglo XIX en España ha emergido la pluracionalidad y el 40% de los ciudadanos, además del castellano, hablan otra lengua nacional. "En España se puede decir que existe una nación vasca, una nación gallega, una nación catalana, una nación española", sostuvo.
El líder de Podemos consideró que tampoco es uninacional Cataluña, ni el País Vasco, ni Galicia, y que "hay españoles en Galicia, hay españoles catalanes, España también está en Cataluña, está en el País Vasco". Además, otras regiones españolas como Andalucía no reivindican su estatus de nación, pero sí lo hacen "como pueblo", añadió.
"Todo eso es una fuente de problemas políticos permanentes, diferentes competencias administrativas, sistemas fiscales paralelos, sistemas de derechos civiles distintos", señaló Iglesias. Las dificultades causadas por esa diversidad de sistemas deben ser resueltas "con técnicas de Estado, que es buscar soluciones complejas, soluciones que nunca son definitivas, soluciones que pueden ser contradictorias a problemas complejos", apuntó.
Pablo Iglesias defendió que propone construir "un proyecto de país en el que quepa todo el mundo", que incluya "una nación que se llama España, una nación que se llama Cataluña, una nación que se llama Euskadi o Euskal Herria, y que todas esas naciones puedan estar de acuerdo en que España como país pueda ser un proyecto colectivo". Las soluciones tienen que ver con complejos dispositivos estatales, aunque las dificultades nunca acaban, siempre aparecen contradicciones y por eso "la política nunca termina", concluyó.