El exlehendakari Patxi López ha rechazado este domingo iniciar "una guerra de avales" en la campaña de primarias para liderar el Partido Socialista. En concreto, el aspirante vasco ha realizado estas declaraciones en la localidad pontevedresa de Vilagarcía de Arousa, en donde se ha reunido con la militancia para contarle su proyecto y escuchar sus peticiones.
"No creo que esto sea una guerra de avales: no es lo mismo avalar que votar", ha defendido ante los medios el exlehendakari, quien ha explicado que el objetivo de la campaña de primarias es "convencer" a los militantes de "cuál es la mejor opción para el futuro del PSOE". Por ello, ha asegurado que él recogerá los avales necesarios para continuar en las primarias para hacerse con la Secretaría General del partido. Y es que lo que busca, ha remarcado, no es participar en "una especie de carrera" contra Pedro Sánchez y Susana Díaz, sino conseguir los avales que le permitan ser candidato y seguir con la campaña.
En esta línea, ha opinado que no se trata de hacer mítines en los que uno "concentra" a la gente, sino de ir a las casas del pueblo y a las sedes del PSOE para "establecer conversaciones abiertas" con la militancia. "Tienen derecho a ser escuchados", ha reivindicado Patxi López, quien ha hecho hincapié en que no se trata sólo de decidir quién será el próximo secretario general del partido, si no decidir cómo será el PSOE.
Preguntado por si se siente cómodo en territorio gallego, ha asegurado que está "francamente cómodo allí donde haya militantes socialistas". "En todas partes", ha manifestado el exlehendakari, quien ha dejado claro que la militancia del PSOE "no quiere un partido roto" ni "un choque de trenes" entre candidatos. Por ello, ha apostado por unas primarias que "unan" y que no "dividan".
Tras subrayar la necesidad de "escuchar" a la militancia, y preguntado directamente por si cree que Sánchez y Díaz lo hacen, ha señalado que ellos "hacen mítines y hablan", mientras que él habla pero, "sobre todo", escucha.
El proyecto que él propugna es una "izquierda razonable y creíble" que sea "capaz de transmitir seguridad a la ciudadanía" y de "transformar las instituciones". De este modo, apuesta por un PSOE "unido, fuerte y con capacidad de definir un proyecto que atraiga a la mayoría progresista".