El lehendakari y líder de los socialistas vacos, Patxi López, ha asegurado que cree en un cambio en la política penitenciaria para los presos de ETA, pero ha rechazado que los reclusos de la banda puedan considerarse "presos políticos".
López ha hecho estas manifestaciones al ser preguntado por la manifestación de este sábado en Bilbao, en la que se reclamaban pasos en materia de política penitenciaria para los presos de ETA.
Antes de participar en Madrid en la reunión del Comité Federal del PSOE, López ha resaltado la evidencia de que en el País Vasco "hay casi un consenso generalizado en que otra política penitenciaria es posible" y que se puede aplicar de acuerdo con la legalidad vigente.
A su juicio, la normativa española es "muy garantista" y también "muy generosa", con un "afán reinsertador de todos aquellos que quieran dar el paso para integrarse en democracia".
Pero lo que al lehendakari no le parece bien es cuando escucha expresiones que hablan de presos políticos, ya que, tal y como ha asegurado, los reclusos en este país lo son por "haber cometido asesinatos, por haberlo intentado o por ayudar a dar cobertura a los asesinos".
"Eso no es política ni presos políticos", ha recalcado López antes de subrayar que quien mata a un hombre no defiende una idea, "solo mata un hombre, y eso es lo que hemos tenido en el País Vasco".
Sin cita con el presidente del Gobierno
Por otro lado, ha señalado que aún no está cerrada su reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y ha adelantado que en ella se abordará la política penitenciaria y el decálogo que presentó en Parlamento vasco.
Una hoja de ruta "muy acertada" para avanzar y consolidar el proceso abierto tras el anuncio de ETA de abandonar la violencia y que debe llevar "a la paz definitiva y a la libertad definitiva en Euskadi".
Apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba
Sobre la carrera hacia la secretaría general del PSOE, Patxi López, se ha decantado por Alfredo Pérez Rubalcaba, ya que, tal y como ha asegurado, "todo el mundo" conoce su "cercanía y confianza" en él para liderar el nuevo proyecto del partido.
Aunque Rubalcaba ni Chacón le han pedido todavía su aval, el lehendakari ha insistido: "todo el mundo conoce mi cercanía y confianza" en el primero.
La mayor preocupación de López es que el partido sea capaz de acertar en la redefinición del proyecto y de abrirse para enriquecerse "con mucha gente progresista que está deseando tener un partido fuerte, porque si no, estará huérfana ideológicamente frente a una derecha que aplica un política radicalmente neoliberal y equivocada para lo que se necesita en estos tiempos".