Días después de tomar posesión como presidente, Pedro Sánchez avanza en la composición de un Gobierno europeísta y feminista, con solvencia técnica y jurídica, en el que la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, será su número dos y una alta funcionaria de la Comisión Europea, Nadia Calviño, su ministra de Economía.
Calvo será la única vicepresidenta del Ejecutivo, además de ministra de Igualdad y responsable de Relaciones con las Cortes, mientras que el contrapeso a Calviño será la consejera andaluza María Jesús Montero, a la que Sánchez pondrá al frente del Ministerio de Hacienda.
El secretario de Organización del partido, José Luis Ábalos, se ocupará de Fomento; la diputada del PSC Meritxell Batet, de administración territorial, con un papel relevante para intentar resolver el conflicto de Cataluña, y la consejera de Sanidad y Salud Pública de la Generalitat Valenciana, Carmen Montón, de la cartera de Sanidad. Montón, que fue secretaria de Igualdad en la Ejecutiva del PSOE durante el primer mandato de Sánchez, abandera desde 2015 en Valencia el compromiso de los socialistas por revertir el llamado "modelo Alzira" del PP de gestión privada de hospitales.
Por su parte, la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) con sede en París, Teresa Ribera, experta en medio ambiente y cambio climático con prestigio internacional, encabezará el ministerio correspondiente a ese área.
A falta de que Sánchez dé a conocer oficialmente la composición íntegra de su Ejecutivo, los ministros que ya se conocen combinan veteranía y experiencia en el Gobierno de la nación -es el caso de los exministros Borrell y Calvo- con una solvencia acreditada en los equipos que Sánchez ha ido formando en sus sucesivas etapas -Ábalos y Batet-.
Con Montón, Calviño, Batet y Ribera, el presidente da entrada además en el Ejecutivo a mujeres miembros de su generación, con buen currículum y talante reformista.
Todo apunta a que con la nueva titular de Economía, Nadia Calviño, Sánchez aspira a que España gane peso en Bruselas, donde ésta afrontará en los próximos meses la dura negociación que se prevé del presupuesto plurianual de la Unión Europea, en la que están en juego los fondos para agricultura, cohesión y empleo.
Después de doce años al servicio de la Comisión Europea, donde desde 2014 es directora general de Presupuestos, el cargo de mayor rango en la escala del funcionariado comunitario, esta economista gallega -hija de José María Calviño, director general de RTVE con el Gobierno de Felipe González- lanza una señal europeísta a los socios del euro en un momento de incertidumbre por el rumbo que pueda tomar Italia, al tiempo que garantiza el cumplimiento de las normas de disciplina fiscal.
En clave interna del PSOE, la sorpresa es el fichaje de la consejera andaluza de Hacienda, María Jesús Montero, en lo que puede interpretarse como un guiño a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y como una garantía para ésta en la negociación, si se abre, del nuevo modelo de financiación autonómica.
Otra andaluza, Carmen Calvo, ministra de Cultura en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, marcará impronta con su perfil feminista, al mismo tiempo que personifica, como constitucionalista y negociadora el pasado octubre de la aplicación del artículo 155 en Cataluña, la defensa de la unidad de España y la integridad territorial del gabinete socialista.
Para el diálogo con Cataluña será clave también la catalana Meritxell Batet, al frente de un Ministerio para la administración territorial. Coordinadora de los diputados del PSC en el Congreso, Batet formó parte de la ejecutiva de Sánchez en su anterior mandato como secretario general del PSOE (2014-2016) y llegó a ser su número dos en la lista por Madrid en las elecciones generales de 2015, aunque se distanció del hoy presidente en las primarias de hace un año.
Junto a Borrell engrosa por el momento la representación catalana del Gobierno, mientras que el valenciano José Luis Ábalos tendrá la oportunidad, desde el Ministerio de Fomento, de avanzar con la inversión en infraestructuras en la cohesión territorial tan demandada por las comunidades donde gobierna el PSOE.
A falta de definir el nombre definitivo, el ministerio que gestionará el área de Energía, Agua, Medio Ambiente y Cambio Climático lo dirigirá la madrileña Teresa Ribera, de 49 años, directora de la Oficina Española de Cambio Climático desde 2004 a 2008 y secretaria de Estado del Cambio Climático en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero entre 2008 y 2011. Ribera, que se incorporó en 2015 al equipo de expertos del partido socialista para la redacción del programa electoral en los temas relativos a medioambiente y cambio climático y actualmente es la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) y una de las doce representantes de la Comisión Mundial de Geopolítica de Transformación Energética.
Los nombres confirmados hasta ahora reflejan la apuesta de Sánchez por situar a mujeres en puestos de peso dentro del Consejo de Ministros.
Apuesta que mantiene también en la portavocía del Congreso, donde Lastra, persona de su máxima confianza y directora de su campaña de primarias hace un año, tendrá la tarea de representar al grupo que sustenta el Gobierno con solo 84 diputados, por lo que tender puentes y tejer acuerdos con una mayoría parlamentaria será uno de sus principales retos.