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Elecciones Generales 2019

Pedro Sánchez ante las decisivas elecciones generales 2019

Pedro Sánchez tiene una biografía de político atípico, marcada por su sentido de la oportunidad. Le ha permitido aprovechar muy bien los vaivenes de estos años complicados, saliendo adelante a pesar de los fracasos, hasta llegar a estas elecciones generales de 2019, las segundas que afronta desde el poder y en el mismo año.

Consiguió llegar a la Secretaría General del PSOE a pesar de ser el candidato con menos posibilidades iniciales. Poco después tuvo que dejarla. De forma inesperada se convirtió en presidente del Gobierno tras la primera moción de censura aprobada, pero, sin apoyos, tuvo que convocar elecciones. Ahora, está otra vez ante el desafío de ganar estas elecciones generales del 10-N de forma que pueda gobernar. Una biografía política de lo más singular. Su versión la publicó nada más llegar a La Moncloa en ‘Manual de resistencia’, su biografía política, ayudado por Irene Lozano.

Nueva generación

Pedro Sánchez Pérez-Castejón (Madrid, 29 de febrero de 1972) es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial, su doctorado en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela ha dado mucha munición a sus críticos cuando se conoció su tesis. En esa universidad privada también dio clase cuando se le cerraron las puertas de la política. Antes estudió en el instituto Ramiro de Maeztu, de donde le viene su afición al baloncesto: jugó en la cantera del Estudiantes. Habla inglés y francés.

Está casado con Begoña Gómez, que trabaja en el Instituto de Empresa en proyectos relacionados con África. Tienen dos hijas.

"El primer presidente que ha sufrido el paro"

Después de su primer trabajo en una asesoría, cobrando ‘en negro’, y una breve estancia en Estados Unidos, hizo un máster en Bruselas y colaboró con la eurodiputada Bárbara Duhrkop y el alto representante de la ONU en Bosnia, Carlos Westendorp. Después, otra vez al paro, paso por la OCU y ya a trabajar para el partido. Consigue entrar de concejal en el ayuntamiento de Madrid en 2004, como dos veces de diputado en el Congreso al correr la lista, sustituyendo a Pedro Solbes y Cristina Narbona.

El fracaso del partido en varias elecciones y la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba le lleva a convertirse en el más inesperado candidato a la secretaría general del PSOE. Gana las primarias de 2014 ante Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias con el apoyo de la andaluza Susana Díaz y otros dirigentes del partido.

Fracasos electorales, oportunidades políticas

La renuncia de Rajoy a intentar formar gobierno tras las elecciones de diciembre de 2015, las que acaban con el bipartidismo, le abre por primera vez la puerta de la Presidencia del Gobierno. Pedro Sánchez firma un acuerdo con Ciudadanos que no consigue la mayoría suficiente. Primer fracaso en una investidura y primer enfrentamiento con Pablo Iglesias, que no le apoya. También por primera vez hay que repetir unas elecciones. Esta vez Rajoy sí acepta optar a formar gobierno a pesar de las dificultades.

La mayoría de los dirigentes socialistas se ponen en contra de Sánchez cuando opta por el “No es no” a la investidura de Mariano Rajoy en 2016, en vez de la abstención para evitar que continúe el bloqueo político. La crisis interna explota en un tormentoso Comité Federal del PSOE en el que se ve obligado a dimitir. También deja su acta de diputado.

Otra vez solo, emprende una campaña de primarias, ahora contra Susana Díaz y Patxi López. A contracorriente, gana, y recupera la Secretaría General en 2017.

Los resultados electorales siguen sin acompañarle, pero la sentencia del caso Gürtel moviliza a la oposición contra el PP. Sánchez se pone al frente de una moción de censura en junio de 2018. Es la primera en la historia reciente que triunfa. Se suponía que era para echar a Rajoy y convocar elecciones. Intenta gobernar, aunque la mayoría de la moción no se convierte en una mayoría de gobierno. Tampoco consigue una de sus más perseguidas propuestas: la exhumación de la tumba del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. Firma un acuerdo presupuestario con Podemos, que no es aprobado por el parlamento y ante la falta de respaldo para legislar y una buena expectativa electoral, convoca elecciones. Gana, pero sin los suficientes votos como para poder gobernar. Su apelación a evitar el bloqueo no es escuchada por ningún grupo decisivo y la negociación con Podemos -enredada por las malas relaciones y recelos- no da fruto. Resultado, vuelta a las urnas, lo que muchos dicen que quería desde el principio.

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