Una semana antes de la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona pocas cosas se han concretado más allá del lugar de celebración y otra cuestión que Pedro Sánchez ha dejado clara: que solo está dispuesto a reunirse con Torra y no con el resto del Govern y sin establecer temas censurados a priori en ese diálogo.
Para el presidente del Gobierno, en este encuentro se puede tratar sobre cualquier cuestión y, si el presidente catalán, Quim Torra, se dedica a hablar de autodeterminación, por su parte, él hablará sobre la recuperación del Estado de bienestar. No en vano el Gobierno aprobará en Barcelona la subida del Salario Mínimo Interprofesional, justo una semana antes de que el Consejo de Ministros dé luz verde al proyecto de presupuestos para llevarlo al Congreso, donde tendrá que buscar el apoyo de los partidos independentistas.
Mientras, la situación de los políticos presos que se encuentran en huelga de hambre podría entrar la semana que viene en una etapa crítica, después de que haya tenido que ser trasladado a la enfermería de la cárcel de Lledoners el exconseller y diputado de JxCat Jordi Turull. Allí ha sido internado, por indicación facultativa, al resentirse su estado de salud después de trece días en huelga de hambre, aunque no se prevé empezar a alimentarlo.
El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha transmitido a la vicepresidenta del Ejecutivo central, Carmen Calvo, la predisposición de la Generalitat a negociar con la Moncloa los "términos y contenidos" de la reunión. Aragonès ha remitido una carta en tono conciliador a Calvo, en respuesta a la misiva que la vicepresidenta del Gobierno le envió anoche para comunicarle oficialmente la reunión del gabinete de Pedro Sánchez el próximo viernes en la Llotja del Mar de Barcelona.
En medio de este escenario, el Gobierno ha rechazado celebrar una minicumbre con la Generalitat en Barcelona. El encuentro, si se produce, solo será de presidente a presidente.
La comunicación oficial de la reunión del Consejo de Ministros en la Llotja del Mar se realizó anoche con sendas cartas de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo a su homólogo catalán, Pere Aragonés, y a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en las que pide la "máxima colaboración" de ambas instituciones. También señala a Aragonés que "sería conveniente" una reunión entre Sánchez y Torra, un encuentro sin la presencia de los respectivos vicepresidentes de cada Ejecutivo, como ha planteado el Govern y el propio líder de Podemos, Pablo Iglesias.
La portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, ha insistido desde Berlín en que no quieren una reunión "cosmética", sino una para "buscar soluciones" y ha asegurado que no hay nada cerrado de momento. "Más importante de quién se va a reunir con quién es con qué actitud, con qué objetivo y con qué espíritu", ha considerado Artadi.
Para Pablo Iglesias sería "bueno" que el próximo viernes 21 en Barcelona se produjera una reunión del Gobierno y la Generalitat, con la participación no solo de Sánchez y Torra, sino también de algunos ministros y consejeros.
Pero la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá ha advertido a la Generalitat que la reunión en Barcelona "no es una cumbre", sino que seguirá el formato habitual de un Consejo de Ministros fuera de Madrid, que incluye una reunión de Sánchez con el presidente anfitrión, aún no concretada en este caso.
Desde la oposición todo son críticas a este posible encuentro y tanto el líder del PP, Pablo Casado, como el de Ciudadanos, Albert Rivera, cuestionan que Sánchez quiera hablar con Torra. Casado se ha preguntado "¿de qué quiere dialogar Sánchez con Torra cuando este ha pedido una solución eslovena, una guerra civil con confrontación en las calles?" y le ha recriminado que, por el contrario, no quiera hablar con el PP para aplicar el 155 en Cataluña.
Y Rivera considera que habría que enviar a Torra no una carta pidiéndole una reunión sino un requerimiento previo a la aplicación de este artículo de la Constitución, que serviría para tomar el control de los Mossos d'Esquadra y no volver a poner a la Policía Nacional y la Guardia Civil en el "ojo del huracán" con su desplazamiento para el Consejo de Ministros.
Ciudadanos ha presentado, además, ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña una querella contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, al considerar que no ha acatado la suspensión de los diputados procesados, a lo que este ha respondido que no se moverá "ni un milímetro" en la defensa de estos parlamentarios.