El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado el final del debate de la moción de censura para anunciar que está dispuesto a "paralizar" la polémica reforma de la elección del Consejo General del Poder Judicial e iniciar, más bien retomar, la negociación con el Partido Popular. Ya le había dicho al PP que si votaba no estaba abierto a las conversaciones. Le dice a Casado que "es una oportunidad para construir" el resultado de la moción.
Al candidato Santiago Abascal, le ha dicho que "no tiene proyecto para el país, solo arremeter contra los que no piensan como usted. Obligarles a pensar como usted o proscribirlos". Enumera la postura contraria de Vox a la mayoría de los proyectos actuales y le dice: "Va a ser derrotado y va a ser un alivio para todos nosotros. Incluso para usted mismo". Le echa en cara que tenga un chalé y algunos de sus seguidores se manifiesten, "amarguen la vida", ante el del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
La intervención de Sánchez ha sido tras una sesión protagonizada por el enfrentamiento entre el candidato, Santiago Abascal, y el líder del Partido Popular, Pablo Casado, que anunció el voto en contra de la moción, ya que piensa que el movimiento de Vox solo refuerza al Gobierno de coalición.
Votación
Tras estas últimas intervenciones se votará la moción. La Mesa del Congreso decidió que los que no acudan a la Cámara puedan emitir su voto telemáticamente, que después será leído por el secretario de la Mesa. Así, se alternará la votación presencial y 'delegada' cuando se vaya nombrando uno a uno a los diputados para que comuniquen su 'sí', su 'no' o su 'abstención'. La Mesa elegirá por sorteo quién empieza. En el hipotético caso de que Abascal obtuviera el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso, se consideraría "investido de la confianza de la Cámara" a los efectos previstos en el artículo 99 de la Constitución. Pero si, como sucederá, la moción es rechazada, los diputados que la han suscrito no podrán firmar otra durante el mismo periodo de sesiones, es decir, antes de febrero. Abascal no tiene ninguna posibilidad de desalojar a Sánchez de la Moncloa y, de hecho, su moción es la que parte con menos apoyos de las debatidas hasta el momento.