Pedro Sánchez, diputado del PSOE por Madrid, es quizá la cara más desconocida de los socialistas. A sus 42 años, es doctor en Economía, tiene un máster en Economía Política Europea, ha trabajado en el sector público y privado, en la ONU, domina idiomas y es profesor universitario. En Ferraz cae bien y en los últimos años ha acompañado a Elena Valenciano y Óscar Lopez en ruedas de prensa y conferencias.
Que este joven madrileño está en la carrera, ni él mismo lo niego. Hace dos meses dejó bastante clara su posición de presentarse a unas primarias, aunque como ha dicho en Espejo Público, preferiría que fueran todos los militantes los que votaran. Sin embargo, y a diferencia de Madina, no lo pone como condición. "Los liderazgos se ejercen sin condiciones. Lo que me importa es que se produzca el cambio", explica.
Griñán también ha opinado sobre ello, y ha pedido cambiar los estatutos para que en el Congreso Extraordinario puedan votar todos los militantes.
Estos meses ha recorrido 30.000 kilómetros, más que Chacón y Madina, y apunta que su entusiasmo, ilusión y energía los quiere aportar para el cambio en el PSOE. No obstante, no niega que no hubiera preferido que las cosas hubieran sido al contrario. "Me hubiera gustado un orden diferente, primero las primarias y luego el Congreso Extrordinario", aclara.
El por qué de ello reside en que, los dos presidentes socialistas que ha dado la Democracia (González y Zapatero), han salido de Congresos, y lo que se cree es que tras él no se celebrarán primarias. Ante ello, Sánchez subraya que "uno de los primeros mandamientos del elegido en ese congreso, sería convocarlas".
Apunta que este Congreso va a servir para "adecuar de arriba a abajo al PSOE para que recupere la confianza de los votantes". Insiste en que los militantes quieren un cambio, ya que "el primer partido tras las elecciones del domingo es la abstención, son 6 millones de personas que no quieren votar".
Aún no ha confirmado su candidatura, "no estamos en los últimos cinco minutos del partido, estamos en los cinco primeros", subraya, a la vez que añade que tiene ganas, pero primero "tengo que saber las condiciones del Congreso y saber la opinión de los militantes". Dice que lo más le interesa es "qué vamos a proponer, y el PSOE tiene que resolver las principales propuestas que tiene para España".
Preguntado sobre por qué un militante tendría que votarle a él, y que no resultara ser un fracaso como ha ocurrido en otra ocasiones, contesta sinceramente y explicando que él ha pasado por las mismas situaciones que están sufriendo muchos españoles. "Soy un militante más, he sufrido el paro, he sido autónomo y he sufrido la subida del IVA, sé las condiciones de muchos trabajadores, soy uno más -explica-. Ahora mismo si hay que entonar un 'mea culpa' es haber dejado a la tecnocracia un ámbito como es el de la economía", por lo que pide "un papel más activo del Estado en la economía".
Cree que "hay una rebeldía de cambio por parte de la militancia", y quiere recuperar la confianza de los votantes "en el primer partido".