El Gobierno y la oposición han convertido el Congreso de los Diputados en un campo de batalla dialéctica por el intento del PSOE y de Unidas Podemos de cambiar la ley y lograr la renovación del Consejo General del Poder Judicial, algo que el líder del PP, Pablo Casado, rechaza mientras dure ese "atropello legal". "A mí no me presiona nadie, y menos alguien como usted", ha asegurado el presidente de los populares en respuesta a Pedro Sánchez y al cerco que los partidos que forman el Ejecutivo de coalición quieren crear alrededor del PP para que se avenga a negociar.
Ruptura total entre el Gobierno y el PP
La proposición de ley que PSOE y Unidas Podemos registraron con la pretensión de rebajar el umbral de la mayoría parlamentaria -de tres quintos (210 votos) a absoluta (176)- que permita renovar a doce de los veinte vocales del poder judicial ha elevado el volumen de la bronca política. En el hemiciclo, durante la sesión de control al Gobierno, no han cesado los insultos fuera de micrófono y las apelaciones constantes al "silencio, por favor" de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Los puentes entre el Gobierno y el PP están rotos y el cariz de los ataques no se suaviza. Casado ha pedido al presidente que cese a Pablo Iglesias porque está "acusado de tres grandes delitos con agravante de género" por la Audiencia Nacional. El caso Dina ha enervado los ánimos aún más. La portavoz de los populares, Cuca Gamarra, y el secretario general del partido, Teodoro García Egea, han llamado "machista" al vicepresidente segundo, lo que ha enfadado a la bancada de Unidas Podemos.
Confianza en Iglesias
Sánchez se ha defendido y ha contraatacado. Ha expresado su "mayor y absoluta confianza" en Iglesias y ha recordado al PP que ni siquiera está imputado, a diferencia de algunos de los anteriores gobiernos de Mariano Rajoy, cuando llegó a haber a siete procesados y a tres condenados. La línea de crítica al Partido Popular ha seguido los mismos patrones de estos últimos días, y así, el presidente del Gobierno ha lamentado que la formación de Casado haya renunciado a ser "un partido de Estado" para ser "un partido antisistema". Ha pedido al líder del PP que si tanto defiende la Constitución, se preste a negociar la renovación del Consejo del Poder Judicial, como establece la Carta Magna. Y le ha exigido apartarse de la "estrategia y posición crispada" de Vox. "Rectifique, medite, antes de que sea muy tarde para usted y para su partido", ha zanjado. La idea de Sánchez, este miércoles, ha consistido en trasladar a Casado la presión de la moción de censura presentada por Vox que el Congreso debatirá la semana que viene.